Hoy recuerdo a la paz,
esa fugaz compañera
que se desvaneció en el alba
como un sueño efímero.
Sus alas eran de suspiros,
sus ojos, estrellas apagadas.
Caminaba entre los campos
donde las flores lloraban.
La paz, como un río manso,
se deslizaba en silencio.
Sus aguas acariciaban
las heridas del mundo antiguo.
Pero llegó la tormenta,
la guerra con su furia ciega.
La paz se ocultó en las sombras,
y su voz quedó sin eco.
Hoy recuerdo a la paz,
esa amiga que se fue.
La lloro en versos rotos,
en esta elegía interrumpida.
Que su recuerdo nos guíe,
que su ausencia nos haga luchar.
Porque la paz, aunque perdida,
siempre será nuestro anhelo.
- Autor: Diego Pantoja (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2024 a las 15:40
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 5
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