**~Jesucristo en una Cruz~**

Zoraya M. Rodríguez

 

Jesucristo en una Cruz

 

 

Templo lleno del color escarlata,

camino sin cogitar de color del carmín,

de la sangre de un inocente,

y en una cruz el cuerpo y sin vida de Jesucristo,

¿qué se puede hacer por un hombre que dio su vida por todos?, 

si la pasión, el calvario y la crucifixión,

son punto de partida para una resurección,

salvar almas del infierno en sábado de gloria,

y ser triunfante ante todos,

el templo se rasgó de sangre color escarlata,

y en tres días a resucitado el hombre,

que dijo: ¨Puedo destruir éste templo,

y levantarlo en tres días¨-,

el cuerpo del Cristo llevado por los angeles del cielo,

después de cuarenta días,

su cuerpo mutilado por látigos en flagelación,

como efigie de un pecado, de una redención,

funesto instante y cálido momento,

desenlace mortal y una triunfante resurección,

y está a la diestra del Padre para regresar,

a enseñarnos, ¿qué?,

¿cómo morir o resucitar?,

si después de amar quedó luz, 

en un camino, en un calvario,

donde el velo de la Verónica, 

quedó por siempre grabado,

con sangre y sudor del Cristo vivo,

y ahora queda creer,

cuando la vida marca trascendencia,

y la vida transcurre como un tiempo sin pensar,

y caer sobre el pecado nuevamente,

es poder hacer creer, otra vez, en el momento,

en que el Cristo salvó al mundo de un pecado,

¿y fue bueno salvar del pecado al mundo?,

si continúa el pecado y sin obedecer ley divina,

queda como sed en boca,

aunque El dijo tengo sed,

sed de justicia, por la cual, Él venga,

habrá algún mundo sin pecados,

después de su venida,

o fue en vano el calvario,

y el frío queda en pieles,

mortíferas de clandestinaje,

cuando Él sanó, curó, y salvó,

y continúa así,

pues, sí, si después de haber sido crucificado,

envió a sus discípulos a sanar,

a curar y a salvar,

y qué fue de ellos,

morir por Jesucristo,

y Pedro, el que lo negó,

crucificado de cabeza,

no sé si bueno o en vano,

sólo sé que en Él creo,

ciegamente e inquebrantablemente,

pero, ¡ay, del pecado!,

y la ley divina, 

¡ay, de la ley divina!,

queda clara su esencia,

cuando hay que proseguir la ley del Señor,

sí, para vivir mejor,

y ser mejor…

es Jesucristo en una Cruz…

 

 

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez 

EMYZAG

 

 

 

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de marzo de 2024 a las 00:06
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 11
  • Usuarios favoritos de este poema: Nitsuga Amano, Omaris Redman.
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