Aquello que hay detrás...

No sé… con los recuerdos nos sucede
igual que con las nubes; pues encuentran
todos algo distinto.
Yo creo que la vida… (deshonesta)
con nuestras elecciones, sentimientos,
con todo… siempre juega.

¿Pretende así probar nuestro albedrío?
Extraña esa manera.

Entonces va la vida...
Conforme se desplazan las escenas,
elige cada quien esos fragmentos
que siente con más fuerza.
De forma involuntaria
los guarda, los encierra.

Por eso, los instantes, los lugares
y las cosas, no a todos les recrean
las mismas añoranzas,
ni el mismo sentimiento se refleja.

Y pasa con las cosas… que, no importa
si, mil veces, las miras y volteas;
tú sólo logras ver lo que es visible,
lo que a tus ojos llega.
No puedes percibir el simbolismo
que algunos les impregnan...
que, cuando se le invoca,
en forma de recuerdo se presenta.

Por eso, en esta noche...
con esta soledad que, se me aferra,
confieso que me encuentro
con el alma sensible y predispuesta.

Me pongo a revisar
tratando de forzar a que aparezcan,
buscando hasta en los sitios no creíbles,
(detrás de aquellos trastos y botellas…)
trocitos de recuerdos que, se esconden;
ahora, con frecuencia, se me alejan.

A veces vienen solos...
(asoman de improviso tras la puerta)
aquellos que dejaron en el alma,
sus marcas, como muescas.

Aquellos, tan lejanos, de la infancia
que siempre, siempre llegan
cargados de añoranzas... Esas tardes
andando bajo el sol, en bicicleta...

Ahora, sin embargo…
algunos, más recientes me regresan.

Y vienen por las noches…
de forma sigilosa se me acercan.

Muy sutiles, inducen....
se cuelan en el alma por las grietas.
Por eso... cuando escucho
el grifo que gotea
se adhiere, inevitable, a mi nostalgia...
aquel pato de goma en la bañera.

Inspirado en el poema de Alberto Escobar “Ya vale de nucilla…”
https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-725557