NOCTURNO VII
Tu mirada ardiente, tu andar felino,
tus manos como rosas calientes,
tu corazón de noche y estío,
emergen de su retiro,
fuente de insomnios sombríos,
ilusión, delirio de alas inconsciente,
para ser tierra fértil en primavera y destino
de mis barcos sin nombre, veleros turbios
que ascienden suave y lentamente
por la llaga eterna de tu abismo.
Y me visto de tormentas,
embriagado de sueños peregrinos
para conquistar tus arrogantes almenas
con mis garras envueltas en suaves racimos
para abordar y hacer mía tu tronera
para ser uña y carne contigo
en esta noche perfecta,
en este embrujado espejismo,
de aspavientos y húmedas entregas,
de dulces brazos y abrazos en precipicio,
que con pasión se hunden y entierran
raíz en pliegue que llene el vacío
de tus ausencias muertas,
de tu lecho que ya es mío.
Leobet García
Madrid 07/03/2024
Derechos reservados.
- Autor: Teboel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de marzo de 2024 a las 07:36
- Categoría: Amor
- Lecturas: 5
- Usuario favorito de este poema: Nitsuga Amano.
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