El otoño atardecía
en el mes de septiembre
y en mi cuaderno yo escribía
el mismo canto de siempre.
Mis palabras eran poesía
que soñaba con diciembre,
un diciembre de melancolía
adornado de música y de nieve.
Qué suerte y qué armonía
el encanto y la gracia del duende:
poder soñar cuando es de día
y poder danzar cuando se duerme.
- Autor: Andiuz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2024 a las 07:34
- Comentario del autor sobre el poema: Se trata de un ejercicio de clase prácticamente improvisado para animar a los alumnos a escribir poesía. De esos textos que salen entre los papeles años después y uno acaba diciendo "voy a rescatarte".
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Nitsuga Amano, Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, alicia perez hernandez, Omaris Redman.
Comentarios3
bella practica poeta gracias por compartir
besos besos
MISHA
lg
Qué suerte y qué armonía
el encanto y la gracia del duende:
poder soñar cuando es de día
y poder danzar cuando se duerme.
.....
Pues si!! que suerte la del DUENDE, haberte inspirado tus bellos versos.
Muy bonito poema y ejercicio, saludos cordiales Poeta,
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