Pequeños

Pequeños, 

pequeños en la inmensidad, 

amando a veces con grandes corazones, 

pequeñas historias que se lleva el tiempo fugaz.

Historias, 

pequeños en el mundo, 

grandes corazones desconocidos, 

amando la vida mientras buscamos el cielo.

Amor, 

historias de amor, 

pequeñas grandes palabras, 

haciendo de la vida un bello poema.

Palabras que se derraman cada día en pensamientos, 

pensamientos llenos de la vida, y a veces se vuelven puro amor.

Historias, 

pequeñas o grandes, 

ignoradas o a veces escuchadas.

A veces cazamos, 

cazando amor, destilando, 

destilando versos que son puro amor, 

poemas que no tienen versos ni los necesitan.

Declarando la guerra a la vulgaridad y a lo zafio maloliente, 

flotando en un mundo distinto donde todo es puro y luminoso,

creando el milagro de amar, sin necesidad de nada más que de besar.

Besando la vida, aleteando en la vida, mientras la vida se va, 

amando a veces, odiando a pesar del amor, 

contradictorios en las vidas, 

complejas vidas, 

viviendo.

A veces, 

desperdigando

migajas de nuestras vidas.

Borbotones de instantes transformados, 

y a veces entre los milagros de la vida, la Luz, 

entre palabras pequeñas la gran vida se esfuma al fin.

Entre instantes preciados, 

entre la nada y el todo, a veces,

a veces nos elevamos al infinito y olvidamos, 

olvidamos lo que somos y ascendemos más allá del cuerpo.

Y a veces reflejamos palabras, 

palabras que son partes íntimas de la vida, 

historias pequeñas de nuestra vida que pasa cada día.

Historias pequeñas de las vidas,

a veces milagros fugaces de los días, 

mientras a veces el amor nos tiñe de felicidad, 

historias que son poemas de la vida sin necesidad de versos,

imágenes fugaces del tren que nos pasa cada día y se nos lleva al final.