Si nuestros ojos vieran el alma en vez de cuerpos,
qué diferente sería este mundo de desastres.
El amor sería el lenguaje universal,
el odio, solo un recuerdo lejano y olvidado.
Si nuestros ojos vieran la verdadera esencia,
no habría lugar para las apariencias vacías.
La belleza se encontraría en cada corazón,
y la superficialidad dejaría de existir.
Veríamos la tristeza que se oculta en sonrisas,
y el dolor que se disfraza de indiferencia.
La empatía se elevaría a su máxima expresión,
y comprenderíamos el sufrimiento ajeno.
Si nuestros ojos vieran el alma en cada ser,
los prejuicios se desvanecerían en el aire.
El respeto sería la norma, no la excepción,
y el entendimiento florecería en cada conversación.
Si nuestros ojos vieran el alma en vez de cuerpos,
apreciaríamos la diversidad en toda su magnitud.
No habría motivo para el juicio y la injusticia,
solo cabría el amor y la aceptación sin límites.
Pero, aunque nuestros ojos solo vean lo exterior,
tenemos el poder de buscar más allá de las apariencias.
Podemos buscar la esencia en cada mirada,
y encontrar el alma que late en cada corazón.
“Serl”
- Autor: Simón Eduardo Rodríguez lopez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2024 a las 10:26
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
Comentarios1
Todo tiene una razón de ser...
La belleza, al ser de apreciación subjetiva, necesita un poco de relatividad, para ser apreciada de manera particular, porquien observa. Por eso, es relativa, subjetiva y personal.Tal como lo anunció Ramón de Campoamor en su momento: Todo es según el color del cristal con qué se mire. Y agrega: «Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira»
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