Dijo un sabio

Alberto Escobar

 

Si quieres llegar rápido 
ve solo. 
Si quieres llegar lejos 
ve acompañado. 

—Alguien que escuché
en la radio. 

 


LLego rápido. 
Piso el acelerador
al ver a lo lejos
un semáforo ámbar
con la esperanza 
de que el rojo 
no me alcance,
quede atrás,
no parar,
no detener el curso, 
no contener el ritmo
de mis galoposos caballos. 
Corro para evitar
sin evitar lo inevitable
—todo lo contrario—,
multiplico el dolor
que quiero esquivar
si me doy en parar,
y mis caballos
me piden agua
haciéndoles caso omiso, 
no puedo detenerme
porque el semáforo
al fondo está en ámbar
y amenaza con el rojo,
aunque no cualquier rojo
sino un rojo intenso,
escarlata, que maltrata
la fragilidad de una retina
ya cansada en mil batallas, 
y tengo que seguir 
sobre un asfalto que va
quemando cada vez más
conforme se adentra el verano,
y mis pupilas se van calcinando
conforme el rojo del semáforo
se interna en dirección
al cerebro con la ayuda de un nervio
que solo sirve de mensajero
—no veo con mis ojos—. 
Llego rápido pero a destiempo,
cuando todavía las calles duermen,
cuando el tráfico no es tráfico
aunque el parpadeo de los semáforos,
huérfanos de clientela, invita 
a que los vehículos salgan a la carretera
y la vayan desgastando poco a poco
—qué gasto más absurdo de luz
el de unos semáforos de madrugada...—, 
y llego o antes de tiempo, cuando 
los supermercados están cerrados,
o tarde, cuando el muñeco verde
se pone a andar y me obliga al frenazo
repentino y violento —qué gasto
más absurdo de neumáticos y asfalto—.
Nunca llego lejos porque siempre,
alguna piedrecilla a contratiempo,
se cruza en mi camino y me hace
tropezar y volver a la casilla de salida, 
y todo el esfuerzo en luz, gasolina,
asfalto, líquido de freno..., todo...,
para nada, corriendo sumidero
abajo hasta las cloacas del desquiciamiento
y el sinvivir —todo para morir en la orilla. 
Desde mañana, sin falta, reinicio 
mi pc y me pongo en modo lento,
cambio el cronos por el cairós
como recomienda un sabio entre sabios
llamado Pablo D'ors
—lo tengo claro: punto de inflexión,
nueva era, nueva etapa, sin semáforos
que se anuncien al fondo, sin coche, 
sin acelerador, sin freno, sin embrague... —.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios2

  • Salvador Santoyo Sánchez

    Muy real esos semáforos parpadeantes, somnolientos, pero a veces innecesarios.

    Me gustó.
    Saludos Poeta Alberto Escobar🙋🏻‍♂️👍🏻🚦

  • José Valverde Yuste

    Desde mañana, sin falta, reinicio
    mi pc y me pongo en modo lento,
    ejercicio despacioso de lo cotidiano
    tal y como recomienda un sabio

    Muy satírica tu poesía de hoy estimado Alberto

    • Alberto Escobar

      Es lo que está de moda...



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.