A Atenea y a Dionisio

Si fuera poeta

En el bastidor de mis peleas

donde le rezo a Atenea

que no haya más sacrilegio,

sacro santo lo más alto

donde a mi propia muerte le rezo.

Estancada en aquel bostezo

que dejó un sueño profano,

arraigado como un preso

a la libertad que tanto ha amado.

 

En el bastidor de mis peleas

Donde le rezo a Dionisio,

que disminuya aquel vicio

que dejaron las marcas de dolencia,

aquellas que con violencia

desenmascararon mi desquicio.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.