Palpitan el silencio y la espera

Asklepios

Palpitan el silencio y la espera.

Mientras tanto, la telaraña se construye.

En ella no hay interés por conseguir deseos,

querencias… ni tampoco ningún futuro inmediato.

La telaraña se ha construido con

la única intención de hacer suyo

lo que su naturaleza obliga,

mientras que, con cuidado,

deja que se cristalice la indiferencia

antes de cualquier posible bienvenida.

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