NI UN SOLO ZEPTOSEGUNDO

Recuerdas, cariño mío,

cuando a amarnos comenzamos 

a este amor que era tardío

todo el tiempo, dedicamos.

 

Nació tan resplandeciente

que fue capaz de eclipsar

a cualquier inconveniente

que fuera contrario a amar.

 

No nos pudo la distancia,

ni a veces el discrepar,

vivimos en limerencia,

queremos así acabar.

 

Ni un solo zeptosegundo

queremos desperdiciar

lo que nos quede en el mundo,

lo vamos a aprovechar.

 

Sigamos alimentando

esta locura de amor,

continuemos cuidando,

que brille con esplendor.

 

                                            Classman