LA ÚLTIMA ESTACIÓN.

Poeta al atardecer.

  LA ÚLTIMA ESTACIÓN.

 

Oigo una sinfonía de violines,

anidando en secreto las rosas,

traen un ejército de mariposas,

con colores de otros confines.

 

Me invitan al vencido calendario,

para quitar juntos la última hoja,

tiempo escrito con tinta azul y roja,

la vida toda y el último aniversario. 

 

Con ellas llegaron los pajarillos,

fieles amigos de tantas mañanas,

mi compañía en horas tempranas,

entonando sagrados estribillos.

 

Con sus cantos dibujan mi memoria,

desde mi barrio con su viejo camino,

y las manos que en mí tejieron fino,

mi bella, sencilla y valiente historia.

 

Afirme mi voz el de dulce trino,

para que no me quiebre el llanto,

debo agradecer a la vida tanto,

por la bendita cena del pan y el vino.

 

Dejo a las horas de éste último día,

mi gratitud por tanto tiempo vivido,

mi riqueza es invisible y sin olvido,

bellas acuarelas en mi alma de Poesía.

 

Autor: Poeta al atardecer.

 

 

 

 

 

 

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