Recuerdos de una Vida

Es mucho lo que vivimos,
Es mucho lo que sufrimos.
Son muchas las vivencias,
Muchos los pensamientos,
No puedo dejarlos por ai,
Todo lo de cuando niño
Déjame llevármelo conmigo,
Pa emborracharme con mi apá,
Cuando me daba mi cerveza
En la cantina de don Memo…
“Tómese una m’hijo
Que ya usté es muy hombre.”

No puedo ir tirando todo
Por caminos que yo recorra,
Como los regaños de mi amá
Que enderezaba mis cuentas
“Y que no lo vuelvo a hacer”,
Si no otra chinga me daba.

Y los pellizcos del profesor
Me hacían que entendiera,
Hasta toda la Gramática.

No he de tirar los recuerdos
Me quedo con unos cuantos,
Y yo creo que tú los guardas,
Como el primer beso que te di,
El día de tu cumpleaños,
Y pos se nos pegó a los dos,
Qué caray, y juimos p’al arroyo.

A luego te corrieron de tu casa
Y pos te juites conmigo,
Y pos, en onde te metía
Si no tenía ni pa’mí solito.
Total por ai nos acomodamos
En un jacal que nos prestaron.

Luego cuando nació el pelón
Ya se andaba petatiando
De la tos del pecho que le dio,
Y tú también casi te m’ivas
Cuando te picó aquella víbora,
Si no juera por doña Juana,
Sabrá Dios que hubiera sido.

Quiero traer en mi bolsa
Algunos recuerditos,
Como el rosario de tu amá
Que te dio de sortilegio
Para que cuidara de mí
Y pa’cuidarte yo a ti…
Ah cómo me quería tu amá.

¿Te acuerdas aquella noche
Que rodamos por la barranca?
Ya meros nos petatiábamos,
Pero la burra de Matías
Pobrecita, se murió todita.
Una estaca atravesó su panza.
Me tardé diez años nomás
Pa podérsela pagar…

Jué entonces en la hacienda
Cuando te dieron trabajo
Pa’que ayudaras pa’l diario,
Y ai a poco nos reponíamos
Y así pasaron unos años.

Pero cuando ya créibamos
Que todo estaba bien,
Se nos vino la de malas
Cuando Blas el de Chago
Anduvo rondando a la niña.
Cabrón de mala sangre,
Pos la niña tenía doce años.

Un día me lo encontré
Y con su mala estampa
Como pa’que a mí me doliera
Me gritó que la niña
Ya había sido desflorada.
Cosa que a mí me martirizó
Como si me clavaran la espada.

Pa pronto que me endiablo
Y se me mete lo cabrón,
De la funda saqué el machete
Y pa antes de que él se juera
Le traspaso la mera espalda
Y quedó partido en dos.

Así me lo llevé al cañón,
Con las tripas colgándole
En la carretilla de la chamba,
Y ya para cuando llegamos
Andaban las auras rondando.
Nomás lo aventé al voladero
Y los zopilotes lo persiguieron.
Me estuve un rato pa’ver todo.

Se jueron juntando más buitres
Yo veía cómo se lo devoraban,
Ya en la nochecita seguían,
Y como a eso de las diez
Me juí a dejar la pastura
Y a luego me jui pa’la casa.

La cosa se ponía cabrona
Todos preguntaban por él,
El que más era Chago, su apá
Que era el único que sabía
Que Blas a mi hija quería.
Yo nada le dije a Martina
De lo que hice esa noche,
Ni a Nicolás ni a la niña.

Pero se veían más dificultosas
Las relaciones con esas cosas,
Porque Chago desgraciado
Hablaba de más en todos lados.
Pero la autoridad no le escuchaba
Porque Chago tenía mal la cabeza,
Pero así no dejaba de molestar,
Que casi me vuelvo loco.

Hasta que Martina lo notó
Y pa’ayudarme en todo esto,
Sin decirme ni una palabra
Se encaminó a casa de Chago
Yo no sé qué justas le haría,
Ni qué sería lo que con él hablaría,
Luego se supo que se había muerto,
Que´s que de unos calambres
Que le dieron en el pescuezo.
Nadie supo cómo fue que se murió.

Un tiempecito después de eso
Decidimos irnos muy lejos
Ya pa’olvidarnos de todo,
Reformarnos y darle a nuestra vida
Un nuevo panorama…

Quería yo acabar con todo,
Borrar todos esos recuerdos
Pero no, no me animaba,
Y allí dejé uno que otro
Pa que me haga compañía.

Nico y la niña me dejaron solo,
Luego de que Martina murió,
Y ahora lo que me acompaña
Son todos esos recuerdos,
Que conmigo irán en el camino,
Por el resto de mi vida...

¿Será por las verdades que oculté?
¿Será por las muertes que causé?
Pos ora estoy solo como perro,
Con todos los recuerdos que tiré
Pero que me siguen a cada paso
Por el resto de mi vida…

 

Félix Cantú Ortiz
Monterrey, N. L., México