Historias de una cámara de monitoreo salvaje

Iván llegó a la oficina, sacó una laptop de una mochila sucia y desgastada que momentos antes colgaba en su espalda. La puso en el escritorio, pero prefirió comer, bañarse y dedicar un rato a sí mismo antes de checar lo que las cámaras habían captado durante el último mes.
La laptop está dedicada exclusivamente a almacenar los archivos de las cámaras trampa que han sido distribuidas en la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla. Iván a sido asignado a colocar, distribuir y asegurar el correcto funcionamiento de las cámaras dependiendo del proyecto en turno asignado por el biólogo encargado de la reserva.
En total son 20 cámaras, a veces se instalan en los caminos, otras veces se distribuyen de forma homogénea en el área, este mes se instalaron cerca de los bebederos. 
El ecosistema existente en esta reserva es “selva baja caducifolia”, es decir los árboles son chaparros, alcanzan máximo cinco metros de altura y se caracterizan por perder la totalidad de sus hojas en temporada de estiaje, los árboles permanecen como muertos, casi secos, pero con las primeras lluvias la selva reverdece. 
Hay diversas fuentes de agua, como manantiales pequeños llamados ojos de agua, riachuelos, pero también hay grandes bandejas que dejan los habitantes para el ganado que pasta por toda el área sin potreros que los delimiten.
La cámara ocho es el dispositivo objeto de esta revisión, no se registrarán otros datos importantes como el punto geográfico en donde fueron captadas, ni la fecha y hora para mantener el lugar exacto de los acontecimientos en el anonimato.
Lo que a continuación se describe son los registros de Iván, quien aunque se mira a sí mismo no se describe en primera, sino en tercera persona.
Primer video: Iván pone en funcionamiento la cámara, el lente está un poco sucio, lo limpia con el borde de su camisa, se aleja un poco  para encuadrar y enfocar el bebedero,  la cámara tiene un sensor de movimiento y se activaría con las hojas de los árboles y las sombras, por lo tanto Iván con un machete corta algunas ramas que han quedado cerca de la cámara.
Segundo video: un ciervo ha venido a beber agua, el color de su piel y sus manchas en el lomo son casi imperceptibles, se camuflajean con el color de la tierra, su madre ha entrado a escena, ambos beben agua tranquilamente y lego se alejan de la escena saltando.
Tercer video: una familia de mapaches ha venido a hacer travesuras, el manantial había sido rodeado por piedras para contener más agua, los mapaches han tirado las piedras y el agua se ha desparramado, el brote de agua es pequeño y ha quedado casi a ras de piso.
Cuarto video: algunos campesinos que pasaron por ahí se dieron cuenta que el bebedero había sido vandalizado y decidieron conformar la estructura nuevamente con ramas y barro, se notan cansados después de su jornada, pero han decidido realizar esta buena obra porque también les sirve al poco ganado que anda suelto.
Quinto video: se ve a un campesino jalando una vaca, llega al bebedero, la amarra a un árbol, él hace un cuenco con sus manos para beber y después de hacerlo se enjuaga la cara con el agua fresca, suelta a la vaca y sale de la escena, ha soltado también a su caballo y ambos animales se aproximan a beber agua turnándose así, primero la vaca, después el caballo en tres ocasiones.
Sexto video: este es un video nocturno, pasan personas rápidamente por la escena, presuntamente son cazadores furtivos.
Séptimo video: las aves en la mañana se refrescan, el video es largo, entran y salen de escena aves de diferentes especies y tamaños, beben agua, la cámara capta también el sonido, el trinar de las aves del campo al amanecer es ensordecedor, pero también musicaliza el alma de quien escucha
Octavo video: ha pasado un zorrillo presuroso, no ha bebido.
Noveno video: fue difícil distinguir la imagen parecía un animal raro volando, era un zopilote y entre sus garras un zorrillo luchando por su vida, la ventaja de que la cámara no capte olores es porque sin duda el zorrillo se protegió rociando al zopilote de su particular perfume.
Décimo video: video nocturno. han pasado los cazadores arrastrando un venado, rellenaron sus cantimploras en el bebedero y se han marchado, van silbando, cantando y echando relajo, ya no necesitan el silencio como su aliado, pero la cámara ha captado que el venado es un ejemplar marcado, por lo tanto, los cazadores llevan hasta el refrigerador de su guarida un chip que pronto será localizado.
Decimo primer video: video nocturno. un cazador se acerca a la cámara, tal parece que ha notado el infrarrojo, Iván piensa que va a destruir el dispositivo o lo va a robar, pero si ese hubiera sido el caso no estaría viendo las imágenes, tal parece que el hombre está borracho y sólo orinó con dirección a la cámara y como si se tratara de un acto de exhibicionismo, se baja el pantalón y le enseña el trasero a la cámara, se desmaya y sus compañeros van por él, todos salen de escena.
Decimo segundo video: se ve a Iván acercándose a la cámara para recoger la información de la tarjeta de memoria. 
Nota: La PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al ambiente) incautó la carne producto de la cacería furtiva, y aprendió a dos personas las cuales purgan una condena de 20 años de prisión cada una, pues la caza de especies protegidas es un delito federal. Uno de los detenidos es la persona que se ve orinando en las imágenes de la cámara. Las esposas de los reclusos anteriormente mencionados han venido a las oficinas de la reserva a pedir disculpas y a ofrecer dinero a cambio de la liberación de sus maridos. Los trabajadores de la reserva no pueden aceptar ningún tipo de soborno, pues cámaras de vigilancia hay en todos lados.