Poesia de mi vida, de la tuya

Anhelo ser esa magia de palabras que te toca.
Quiero ser esa fuerza anónima de consuelo,
De simple complejidad escrita que llena.
Quiero ser el anverso de lo real, de la rutina.
Navegar con libertad de formas, en cierto mar.
Estar fuera del mundo, siendo tan terrenal como pueda.
Y buscar esos fantasmas de impedimentos en mí,
Para darles ese funeral tan sentido, tan necesario.
Y volver a nacer, luego de morir concientemente.
Y deformar mi vida, para darle la forma de letras.
Y volver la mirada al destino, sin tener nada.
Y llenarlo de musas, de versos, de sueños leídos.
Ser el personaje que me invento cada día,
Y asomar en soledades ajenas, y darles contenido.
Renunciar a todo lo vivido, por esa ardiente promesa
De futuro incierto, frágil, pero lleno de poesía.
Ser el escritor del mundo más pequeño: el mío.
Y compartirlo con todos, con nadie, ¿quién sabe?
Ser rey y súbdito, amo y esclavo de cada contenido
De esta obra escrita, que debe ser existente,
Tanto como estas ganas de seguir vivo:
Pero siendo poeta, de mi vida como argumento,
Y hacer de mi argumento, tan real como mi vida.