Delirios de una noctambula

Majos


¿Por qué escribimos?

Que impulsa a una mente, a plasmar con palabras una historia real o ficticia?

¿Es acaso que necesitamos expresar esos pensamientos que nos oprimen el alma como si fuera la experiencia de alguien más?

Nos da vergüenza exponer lo vulnerables que realmente podemos llegar a ser?

Creo que todas estas interrogantes puede contestarse con una simple palabra: SI

Si, una palabra, una sola sílaba, que puede abrir las puertas a miles de oportunidades, pero nos da miedo, el simple hecho de arriesgarnos , a cambiar lo que se ha vuelto costumbre, y caemos en la rutina, esa que mata el espíritu y envenena el alma.

Porque no arriesgarnos a experimentar, a ser libres, a vivir simplemente, a disfrutar de la oportunidad que se nos ha regalado, no cayendo en creencias de un poder supremo , que rige nuestras vidas y a quien utilizamos solamente para justificar nuestros actos de cobardía.

¿Porque en vez de preguntarnos cuáles serían las consecuencias de lanzarse de lleno y sin paracaídas a la aventura por más insignificante que parezca, simplemente no damos un paso al vacío, sin esperar nada simplemente dejando que suceda? quien sabe quizás no es una caída sino el principio de un profundo mar de gratas emociones.

Muchas veces creemos que dejar pasar un momento, una situación o simplemente un sentimiento, no repercutirá en el resto de nuestra vida, pero ese mismo instante, que desperdiciamos, es el que termina por calcinar todo nuestro futuro, porque simplemente era la oportunidad que tanto anhelamos y que dejamos escapar y la pregunta ¿Que hubiera pasado si? Se vuelve parte de nuestro día a día

Quizás la vida no es más que eso, instantes; instantes que disfrutamos u obviamos pero que dejan huella en nuestro subconsciente y terminan por torturarnos mientras tengamos cordura.

Es por eso que me pregunto, acaso no es mejor simplemente estar demente? Ese estado en el que la mente no sobre-analiza las cosas, ese que te permite ser tú mismo, sin amoldarse a cualquier dictamen social establecido bajo prejuicios heredados.

Pero no es esa mi mayor inquietud, sino ¿porque es tan fácil parecer tener la vida totalmente solucionada, y que hasta te envidien por ello y a la vez sentirte tan miserable por dentro? Mi conclusión es sencilla: tenemos dos vidas paralelas, y no habló de universos distantes con clones de nosotros mismos coexistiendo en realidades alternas, ni cualquier idea basada en la ciencia ficción que se nos vende en la televisión; más bien hablo de la vida que creas para los demás , esa que incluye una conducta "intachable", aunque nadie debería juzgar lo que debe o no, hacer otra persona; el "trabajo ideal" ese que hace que todos quieran estar en tu lugar; y hasta los sentimientos correctos, lo que deberías sentir; y por otro lado está la vida interior, esa en la que solo participas tú como individuo por lo general, no tiene nada que ver con la otra y casi siempre mientras más perfecta es la otra más deplorable resulta ser esta, no me malinterpretes, no hablo de hacer lo que te dé la gana simplemente porque sí y en el camino dañar a los demás, hablo de que merecemos ser felices, simplemente eso, un concepto ya abstracto que a lo largo de los años se ha ido distorsionando a tal punto que ya nadie sabe qué significa realmente.

Quizás esto solo sean delirios, de una noctámbula con serios problemas de insomnio y un corazón roto enmascarado bajo una amplia sonrisa, pero quien puede decirme sinceramente que nada de esto ha pasado alguna vez por su cabeza.

Quizás todo esto quede simplemente en palabras como suele suceder con las buenas intenciones, pero de lo que sí estoy completamente segura, es de que, la escritura libera el alma y te hace soñar con una vida mejor y más "feliz" cualquiera que sea el verdadero significado de esa palabra.

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