La felicidad es como pétalos que se nos vuelan, y otras flores vuelven a florecer,
pero la muerte es como la vida, que nos puede llamar no sabemos cuando,
pero a todos llega, unos la aceptan, otros la temen y otros ni lo piensan...
la muerte es el otro lado de la vida, cuando llega todo cambia sin más.
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Quien sabe que es la felicidad, pero a ratos nos viene, y se va,
como una luz que cuando no la vemos no deja de existir,
quien dice como ha de ser mi felicidad.
Deja que elija como ser,
sé pocas cosas,
casi nada.
o nada.
Pero,
sé,
que
hoy
o mañana,
o quizás lejos,
o quizás pronto,
moriré y es bueno,
eso es bueno para mí.
Deja que muera muy solo,
deja que muera a mi manera,
deja de tener pena por la muerte.
Acepta que igual es bueno para mí,
no tengas pena, alégrate, morir solo,
morir solo es bueno, no se necesita más.
No quiero extraños para dar el paso,
es la ley de la vida, hay que morir,
deja que muera solo y vete.
No necesito añadidos,
uno va muriendo,
y cuando llegue,
mejor solo,
sólo yo
y la muerte.
No quiero ni propios,
no quiero extraños al partir,
solo deja que muera solo sin más.
Respeta que me vaya a un gris rincón,
respeta que no quiera ver a nadie alrededor,
deja que mis pétalos de la felicidad vuelen por fin.
Deja que la muerte me tome de la mano y me lleve,
respeta que no todos somos iguales, respeta la felicidad,
deja trabajar a la muerte y deja que me aferre a su mano fría,
deja que abandone el sufrimiento de la carne y tome mi vuelo,
dejad de decirme como tengo que pensar, sé que todo va a llegar
deja que me vaya sin más, deja que vuelen todos mis pétalos felices.
dejad que la muerte venga por mí, dejad que la dulce soledad me mate.
- Autor: Carlos Alberto Bustillos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2023 a las 07:14
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 0
- Usuario favorito de este poema: Nitsuga Amano.
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