CORRE LA CEGUERA IV  

Lale Neda

 

Paredes de luces frías

donde albergan

seráficos rostros

de sueños aún  despiertos

tratando de conquistar  

el azul del cielo.

Emboscados del destino

que ansían una caricia

 expiran sólo angustias

 suenan en un eco

 ventiscas de latidos

esperando caridad.

Almas indefensas

de dolores sin consuelo

en un olvido ciego

los creen en letargo

 en una cápsula del tiempo

sin piedad ni consuelo.

Nunca doradas gemas

extienden sus manos

ni se posan en esos albergues

de ciegos laberintos

donde desborda la tristeza

de abandonados del destino.

Viven en un reino apartado

 esperando fieles prometidos

que  los lleven

a un mejor destino

y mientras en sus cabezas

juntan sus pequeñas manos

para dormir y seguir soñando

sin saber que son criaturas

de universal olvido.

 

 

Lale Neda©

 

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