Vestigios-.

Ben-.

Oh la terquedad

de las blancas monedas,

cómo agitan su cuerpo sobrio

sobre atalayas desafiantes.

Oh inverso culminar de los cipreses,

donde se acumulan los labios enmudecidos

las placas dentales inauguradas.

Oh la pertinaz sequía de agrios elementos,

la vastedad de un ciempiés que retoma

su larga y cobriza existencia neutra.

Observo las amantes caracolas, los rubios

obsequios de la tierra, la matriz impetuosa

de un sigilo habitual. Me duelen los dientes,

las maternales hebras del porvenir en sus carcasas.

 

 

Dónde voy, remoto y eterno, hasta las lenguas asertivas?

Dónde extremar la cautela, la caligrafía exacta

de un cuerpo y su declive? Miro y veo, sí, madre,

los apósitos de tu insigne bandera, la carcomida rabia

con que apostabas por mí, y extraño tus labios como

de gata cosida, como de sombría inmortalidad.

Dónde voy, sí, fugaz y sin carne donde prodigarme?

 

 

Todo cuerpo es una máscara, un carnaval,

una multiplicada referencia a la existencia

mutilada. Todo lo que existe, si existe realmente,

es un pozo de estrellas donde vuelven los labios

a hablar-.

 

©

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Comentarios2

  • C. Eduardo Barrios (Ex-Toki)

    No obstante, de pan se sigue viviendo.

    Un abrazo

  • Ben-.

    Y qué no falte! Un abrazo y mil gracias Eduardo!!



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