TU PARTIDA...

Tuviste gran poder sobre mis días,

Alteraste todo lo que pudiste, dentro de mí,

Fuiste la autora, de mis locas fantasías;

Sabiendo justamente, que se trataba de ti…

 

Jugamos un juego, así de peligroso,

Encendiendo un fuego, que nos envolvía,

Guardando el secreto, como diamante precioso;

Sin que el mundo supiera, lo que sucedía…

 

Muy mala broma, del vulgar y cruel destino,

Que se ensañó conmigo y mi dolor constante,

Al cruzar nuestras vidas, en un solo camino;

Siendo tan prohibido, y aun así flagrante…

 

Porque me acerqué más, de lo que debía,

Te acercaste más, de lo que creíste,

Queriendo los dos, lo que ninguno decía;

Y convirtiendo así, nuestro camino triste…

 

Por eso fue breve, nuestra insípida aventura,

Con el gran abismo, de nuestras edades,

Yo como el ocaso, que contrasta tu frescura;

Y tu siendo la miel, de mis nimiedades…

 

Y fuiste la prioridad, en mis cosas tan vanas,

Fuiste la luz, que por las noches perseguía,

Fuiste mi gran angustia, así de madrugada;

Y un hermoso sufrir, cuando amanecía…

 

Hoy te confieso, que finalmente has partido,

Como un bonito recuerdo, en mi caminar,

finalmente, de mi corazón ya te has ido;

aunque honestamente, no te quise olvidar…

 

Pero tenías que irte, así como llegaste,

De un momento a otro y sin saber porque,

Renunciando así, a tu querido amante;

Que te querrá siempre, aunque ya no esté…

 

Por eso, aunque te vas, no te olvidaré del todo,

Porque fuiste un gran alivio, en mi caminar,

Aunque yo te olvide y tu ames a tu modo;

Sin saber porque un día, me recordarás…

 

Y sentirás, que no se acaba el día ni la noche,

Y te dolerá mucho, el solo pensar en mí,

Y sentirás un amor, como un amargo reproche;

Y me extrañarás tanto, porque no estaré ahí…

 

Entonces sabrás ahora, lo que duele el amar,

Porque sentirás todo, lo que yo ya sentí,

Y serás tú ahora, la que se embriague del mar;

Sintiendo en propia alma, lo que yo ya sufrí…

 

Y querrás tenerme frente a frente, -lo prometo-

Queriendo acariciarme, para llenarme de ti,

Rozando con tu piel, como si fuera un tormento;

Buscando aquel beso, que te embriague de mí…

 

Y entenderás ahora, que no será posible,

Porque ya no estás más, en mi corazón,

Y vivirás por vivir, aunque parezca imposible,

Con el resabio que queda cuando se borra el dolor

 

 

ARTURO DOMINGUEZ

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AGOSTO 2023

A D JAGUAR-IXOYE