transmutada la hoja; convertida en blanca traidora

Nacida y traída
desde los valles
y las montañas tropicales;
la blanca,
invade identidades,
desvarata propositos,
suma en estados esquizoides,
de a poco,
pero eficazmente astuta
desarticula el autocontrol.
Confunde la dirección del sistema,
al central enreda con el vegetativo,
alimentándose,
anula de una vida parcelas.

La naturaleza de la hoja,
es manipulada y adulterada
roza, rasga su consistencia granítica
al estar inspirada.
Exhalada, por conducto
o quemada para lograr
la potencia de su base,
hasta llegar al absurdo de la atracción
y el consumo desmedido de la sustancia.
Blanca, estallas cual granada,
blanca letal arrastras y enganchas.
Provocas un desasosiego
que revierte en un estado de ausencia,
debilitas, eres apuesta en un casino,
la integridad desbaratas, eres ruleta.
Blanca alejas y causas perdición.

Esclava, ansía la nariz,
consume y contamina con la toma,
penetrando, con esa acción
el espíritu se pierde
y la mente
de tanto sorberte
desajustada, descompuesta
padece y se retuerce.

Tiranizada por ti; la sangre
transmuta sus células, desaloja,
se despoja de la precisión
del ser que uno era y debiera,
engañada por falsas
y paranoicas percepciones, ideas.
Prueba de ello son;
los espejismos de sed y hambre que conllevas.

Secundados por ti; somos tus esclavos.
Las respuestas se alteran,
la calma, se va de copas; luego se irrita.
Llenos de ajena suciedad,
se empañan los cristales,
quebramos nuestras uñas
arañándolos, estresados, agonizantes.
De un inicio de dominio y seguridad
pasamos al terminio
en el que todo son muros
y se golpean ventanas y puertas.
Inconscientemente,
se sueltan las riendas,
vagamos con irascibilidad, (no decido ya yo; dictadura eres tú)
ésta gruñe;
y la armonía, desdoblada,
deja escapar su terror con alaridos
(antes eran pacíficas voces).

Blanca, perturbas y provocas pataleo
a la vez que arrasas,
el esfuerzo, la labor de años.
Blanca, estropeas la parte educacional,
también la emocional
y la cordura con moral,
cribas, haciendo perder el sentido.
Y a la postre, la estabilidad tropieza
acabando en las fosas de un barranco, ( sin agua)
oscuro, vacío,
en la diminuta galaxia cabida
en un ser distanciado,
de paseo extraviado y solitario.

Ante tal presión....
la elasticidad gomosa
se estira....se estira....
se tensa.... se tensa.....
podría acabar por resquebrajarse,
podría acabar por romperse.
Ante la irresponsabilidad que demuestra
una falta de respeto, conocimiento
y amor por los demás (demás pagadores de una elección que no es suya, pagadores

de la presunta condena)
nos situamos afrontando
los riesgos supuestos
en la frontera del equilibrio,
con un aprendizaje situado
en una antinatural química del desajuste.
Cargando con ella (contigo, blanca)
nos situamos aposentados (desquiciado el cerebelo y con vertigos)
en los límites del desequilibrio.
Cada uno sabra!.....