Siete vidas ella goza,
no conoce la derrota;
siete vidas que disfruta,
todas brotan de la suya.
De ella un día me desprendí
mas su vida quedó en mí,
ella es por ello mi vida
y suya es también la mía.
Cuando el corazón me duele
también el suyo conduele
y si mi corazón canta
el suyo con mi son baila.
Siete vidas ella goza,
no conoce la derrota;
siete vidas que disfruta,
todas brotan de la suya.
Para no irse en agonía,
siete con buena armonía
dejar, es el arduo reto
antes de volver al suelo.
Cuando se le descompasa
el corazón, lo acompasa
el latido de mi pecho,
que ultime el áspero trecho.
De amor mi vida surgía,
me regala autonomía;
por amor, por ella velo,
nunca le falte consuelo.
Siete vidas ella goza,
no conoce la derrota;
siete vidas que disfruta,
todas brotan de la suya.
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Autor:
José Gomariz Fenoll (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2025 a las 12:14
- Comentario del autor sobre el poema: Me gestó, me parió, me crió, me educó. Sufrió mi pesar, le dolió aceptar que puedo volar, hoy ve que hay más. Ahora, de aquí me voy, aunque ve que por siempre estoy, pues soy el espíritu que doy. Hoy, noventa y dos años respirando, cincuenta y nueve años viéndome respirar, quiere continuar. Aún le quedan tareas y anhelo por hacerlas. Hoy, sus siete vidas paridas quiere ver concertadas para, satisfecha, la suya abandonar. Hoy ella, por fin, ha comprendido que no hay distancia en el espacio, que a un punto queda reducido, cuando al espíritu hemos renacido.
- Categoría: familia
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, rosi12, Mauro Enrique Lopez Z.
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