No se porque todo el tiempo escuchas por el camino, que se vendió tal caballo y pertenece a mi amigo. También la burra panzona, se le vendió a mi sobrino, y del perro ni se diga se lo quedo aquel vecino. Todo le pertenecía, todo era de mi amigo, pero, ¿acaso una factura le define su cariño? Porque el amor no se compra ni se revende ni trata, ese solo pertenece a aquel que el cariño gana. Pero no existe factura, ni titulo en propiedad, solo estamos si queremos y en eso consiste el dar.
Como es extraña la vida, que nos creemos los dueños de todo cuanto tenemos y de todo cuanto amamos. Creer que somos caballos con la vida manejada, sin darse cuenta con ello que la vida no se atrapa. Y viviendo en mansedumbre dan ganas de brincar trancas, a la primera señal de pertenencia marcada, saldremos como los potros a buscar su libertad.
Porque a fuerza de costumbre siempre nos dan a entender, que todo lo que tu vales, de su pertenencia es. Que si se tiño el cabello, que ya no use minifalda, tiene que llegar temprano recogida y a su casa. Que no te hablen por teléfono, que no veas para otro lado, y que si tienes amigos, vaya eso ni pensarlo. Y la misma desconfianza de no darnos libertad, les quita lo que a la fuerza, se han querido ellos ganar.
Vaya que es linda la vida sin llevar tanta atadura, sin pertenecer a nadie y caminar con soltura. Y estamos porque queremos y amamos sin amenazas, y nos quedamos bien quietos si así se nos viene en gana. Porque el que menos exige pero entrega mucho mas, logra el cariño del otro sin titulo en propiedad.
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Autor:
KIMAMUNOZ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2010 a las 19:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
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