Quisiera anhelar el día,
salir por una puerta o una ventana
y me mime los pies la hierba seca.
Quisiera de mis horas
tener de raíz la esperanza
-en ciertas temporadas:
salir a cosechar la poesía. -
Quisiera que el campo se extienda
-haciendo ver toda ciudad pequeña-
mientras las ramas de los árboles bailan
por el viento y rayos dorados.
Quisiera que lluevan mariposas
de aquellas nubes grises,
que en la playa los pies
se me llenen de arena
y yo sepa que a eso sabe la vida.
¿Qué pasa ahora?
Se me marchita el deseo cada mañana
con ese hueco en el pecho que me impide respirar
¿Me pesará mi cuerpo o es sólo mi alma?
Algo me ata los pies a la cama
se ha fundido ya mi cabeza con la almohada.
La escena es sucia y desordenada.
Se despierta la luna
y me hunde en miseria;
las ojeras me cierran los ojos:
cantan mis ojos todas mis tristezas.
Se esfumaron las salidas
-no hay puertas ni ventanas-
cerrado el mundo entre cuatro paredes:
me embriaga la soledad.
Mi cuerpo reposa y se sumerge.
No sé nadar, ni respirar.
No sé morir, ni seguir.
Entre los dedos de mis pies no hay arena
y yo sé que a eso no sabe la vida.
- Autor: Justine Aislinn (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2023 a las 01:51
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., Ann🌼, alicia perez hernandez.
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