-- De satánica belleza --

Veo un río consagrado,
y en el aire estancado un palacio de oro,
con un cuerpo imaginario,
de satánica belleza vistiendo un traje claro...

Quebranto lo que escribo,
hasta que un viento se levanta silencioso,
y me niega lo expresado,
pero yo no acepto su aviso dramático...

Al fuego fresco me abrazo,
y sobrevuelo por ese mundo fantástico,
donde todo es distinto,
poseyendo a esa demonia de turno...

En el río se ve nuestro reflejo,
cuando me vuelvo loco con mi último engaño,
y un suspiro sacrifica el oro,
también a la golfa, para mi alma un pecado...