TRISTEZA DE AMOR

CUANDO ESTOY EN LA ISLA, LEJOS DE MI ESTRELLA, MI SOL, MI LUNA ...
ELLA LA MUJER DE MIS SUEÑOS
DUERME DE AMOR POR LAS MAÑANA.
(Por dicha que es un sueño)

TRISTEZA DE AMOR

Estoy triste...
Cuando me invade la tristeza, se me llena el corazón de agua,
y la palabra no aflora,

 porque sus pétalos son muy pesados para llevarlos a cuestas.

Aun así, tengo que soltarlos, uno a uno, 
para que floten en el torrente de mi propia sangre, 
Para que alimenten los últimos rescoldos de esperanza, que aún me quedan. 

Me voy donde el sueño no despierte. 
Abrupto, sin gritos, donde mi cuerpo flote 
y nada haga que las lágrimas escapen. 

Hay muchos baches en el camino. 

La basura del tiempo ha llenado el espacio de escombros 
Y la noche, no me deja pasar 
más allá donde habita mi estrella.

La mujer de mis sueños se me ha perdido, 
con los últimos suspiros del día.

Pudo ser cuando la tuve entre mis brazos, cuando era la esencia y el amor de mi vida; más  hoy su ausencia se convirtió en un doloroso recuerdo. 

No importa si estoy lejos o cerca de ella; duermo y amanezco sólo.

Sufro en mis días en que el tiempo me resta, 
Y su ausencia y mi suerte, que no es certera a mis suspiros

Me sofoca cuando no encuentro rastros de su recuerdo.

¿En dónde estará esta noche, cuando no hay estrellas?
¿Qué me puede ya dar más tristeza?:

El ver cada horizonte que se aleja y yo sin poder verla. 

¿El soñar con mundos que no existen sin ella?, 
o tal vez el sentir que nada es suficiente, 
para agradar a este corazón vacío. 

No puedo llenar de cosas que no puedo tener
Se me escapa la esperanza al abismo profundo 
donde una vez hubo amor y hoy todo, es igual a nada.

Ahora, todo lo bueno, todo lo malo 
y lo que hago es lo mismo. 
Sólo espero volver a verla, 
para actualizar su recuerdo.

Ese vacío que deja la incertidumbre de no tenerla, 
que despacio y torpemente debilita cada latido, que de mi corazón sale. 

Se golpea uno con el otro, 
se abalanzan en un destino sin regreso, sin desvelos…
Porque sin ella, para mí jamás habrá cielo,
ni estrellas, ni Luna.