UN CONDUCTOR EN UN VEHÍCULO PRESTADO

Lucila De Melo

 

Quizá esta mañana te miraste al espejo y no te gustó lo que viste, se te fijaron los dos ojos en una parte de tu cuerpo y pensaste: “ que feo/ fea soy”, si acaso pudiera tener un poco más de cabello, o un poco menos de panza, o menos arruguitas en el rostro o que todavía no me salieran las canas”.  “Bueno, intentaré disimularlas con esto, capaz no se noten tanto”.
Luego te plantaste firme a tu realidad, saliste a la calle a cumplir tu deber y al ver que nadie reparaba en ti, pensaste: “ sin duda lo hice bien, nadie logró notarlo”. Y suspirando por un día más que pasó sin que los demás advirtieran tus defectos(bueno, esos que a ti algún día alguien te dijo que lo eran), te dijiste: “mañana será otro día”.
Mañana cuando te vuelvas a levantar y tus ojos se posen en el espejo, trata de mirar mejor, capaz que no te estabas observando bien…Capaz que no notaste que en realidad eres un ser de luz, energía, alma, como quieras llamarlo. Quizá no notaste que el brillo de tus ojos y tu calidez es lo que atrae a las personas, que las palabras que salen por tu boca son los puentes que acercan o los ríos que separan, que hay algo especial en ti que te hace único, como creación irrepetible de Dios. No es porque sí que tu huella dactilar es única. No es casualidad que hayas nacido el día y hora exacta en que naciste. Pero sobre todo, no es casualidad que ese vehículo que es tu cuerpo sea exactamente como es. Ese vehículo es, en primer lugar, sólo eso, un instrumento que el universo te dio para cumplir tu misión en este plano;  pero tú, tu verdadero ser, ese que sabes que eres,  ese que observa el mundo de una manera tan particular, ese que es capaz de amar, ese eres realmente tú. Y por lo mismo eres perfecto, hermoso, poderoso, porque eres obra de Dios.
Te pido que te ames, no es vanidad ni egoísmo amarse; amarse es amar la creación de Dios, amarse es necesario para poder amar a otros, porque no puedes dar aquello que no tienes.
Cree en el potencial de la humanidad, y aunque muchas veces te hayan decepcionado, comprende que en el fondo tras cada ofensa yace un error de apreciación, un error del ego que habita en la mente y que sabe que eres único, pero quiere utilizar eso para distanciarte de todos.
Eres poderoso, eres bello, eres una chispa de Dios. Brilla, muestra tu luz y verás que el mundo tendrá cada día menos oscuridad. Ámate, ámate como el Señor nos enseñó y no te juzgues por la apariencia de tu vehículo, porque tú eres mucho más, tú eres ahora su conductor… pero mañana  serás sencillamente luz.

 

Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay

 

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