Muñeca de porcelana con rizos de canela
y una sonrisa capaz de iluminar este pueblo en descomposición.
Te acuchillé en tu emotividad
y cosí con hilo y aguja
tus labios de frutilla.
El pasado diálogo y yo tuve que justificarlo;
acusándote por cosas que jamás hiciste.
Ahora yaces lejos de mí tratando de unir tus piezas de cerámica con oro deslumbrante
mientras tus rizos se convierten en ondas con destellos dorados.
Tengo que localizarte y que no te esfumes de mis brazos, de nuevo, temiéndome.
¿Dónde has ido ahora?
VELAM
Comentarios2
Profundos versos!
🫂🫂❤️
Gracias por tus letras! 🌸
gracias por tus comentarios 😊
Ok 👌
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.