Tú, la inerte, ciega de momentos rosas
tú, la falsa, con frivolidad me destruyes
tú, la estremecida, de pensamientos híbridos
yo, el ser, digno de torturas y apedreos.
Tú, la infame, los rayos del alba suprimes
tú, la extraña, entre la vida y la muerte reposas
tú, la notable, aspirante de lo inofensivo y lo vivo
yo, el inocente, extasiado al trotar en tus bosques rojos.
Tú, la nómada, deseosa de lo rebelde
tú, la imposible, responsable del brillo cósmico
tú, la Luna, cardúmenes de estrellas te anhelan
tú y Él, perfectos y exquisitos disfrutan de la existencia.
La poesía y yo, inexplorados levitamos entre los recovecos del alma…
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Comentarios1
Aquí se percibe un matiz algo oscuro y pesimista. Hay una descripción malvada y destructiva de la soledad, es la culpable. Imagine una alegoría con ella. La vida es dolorosa, concuerdo contigo
Hay entre tus letras una búsqueda de un sentido, como también la influencia que ejerce en la humanidad de manera negativa
Gracias por tu comentario, el buen uso de la soledad puede curar el dolor de la vida y el ser, pero el exceso de esta puede desembocar en poemas pesimistas como este. Un saludo
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