Elegía del tiempo

Manuel Valles

Te veo en el volcán revuelto de mis vísceras,

te presiento,

has venido a sumergirte en los hondos ácidos

que van develando mi osamenta.

Entra, tengo abierta la puerta siempre,

agrégale el peso de tu metal curioso

a la carga de mis años.

Una oscurecida cuna cuelga de mis ojos

y en la mano de Dios

va arrugándose mi existencia

como un papel vacío que se apaga.

Has venido nuevamente,

trayendo un puñado de calor en tus manos,

puedo verte retratado

en el disfraz verdoso

de aquel muro de piedra,

en la baba serpenteante

del macetón olvidado, con su cacto caído

en el espinoso abismo de la tristeza.

Juegas a prolongar mi dolor humano,

exprimes mis jugos fatuos

y de mis ojos brota una humedad inicua

que va pegando a mis párpados el recuerdo

de lo vivido,

igual que el hambre despiadada del salitre

cuando se pega a los muros del invierno.

 

 

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Comentarios1

  • Alejandrina

    El tiempo y sus designios, el titiritero máximo, nada es más real y certero en nuestros huesos, que el paso del tiempo.... hablando de nostalgia amigo, vamos corriendo parejito. Cariño desde el sur.

    • Manuel Valles

      Qué bellas palabras, amiga. Muchas gracias por leer mi poema. Un abrazo con todo mi cariño 👍



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