Te perdiste

Sunny Starr

Mi Sol. ¿Dónde te ocultaste? ¿Dónde te perdiste? ¿Dónde te quedaste? 

 

Te fuiste siguiendo unos besos. Corriste feliz tras esos abrazos. Te envolviste segura en esa mirada y en ese "te amo" 

 

Un "te amo" cálido. Acompañado de besitos dulces. Una mirada de una alma tierna. Y abrazos que te hacían sentir segura. 

 

Para qué? Para que luego te soltaran y esos labios pronunciaran lo contrario a un beso.

Y para que esa mirada se escondiera y ya no quisiera encontrarse con la tuya...

 

Mas no te importó. 

 

Y continúas dentro de ese juego. Pensando que juegas el juego del amor. El "te beso y después te desprecio"

 

El "me arrepiento pero después de nuevo te busco" 

 

¿Por qué princesa? ¿Por qué si tú decías que ya te habían rescatado y que ahora podías correr libre por el jardín disfrutando la brisa? 

 

¿En qué momento caíste al fango?

 

Yo sé que no te parece divertido caer una y otra vez y tener que levantarte tú sola, sin que aquel caballero voltee a verte siquiera.

 

Pero recuperas tu dignidad. Y vuelves a caminar erguida. Y luego qué pasa? 

 

Él te vuelve a mirar, te sonríe, te abraza y te besa. Y de nuevo tú, te sientes feliz y amada. Emocionados los dos se pierden entre risas y caricias, entre varios "te amo" y juegan, corren y caen de nuevo al fango. No te importa, eres feliz porque estás con él y te mira con su alma de niño. Y te mima. Y te ofrece sus labios para que puedas besarlos. Y suspiran. Y se aman...

 

Después despiertan . Todo termina.

  El se levanta y te deja de nuevo ahi. Y tú ya sabes que ni la mano te dará para que te levantes. 

 

¿Por qué princesa?

¿Por qué mi sol? 

Acaso no te sientes dañada por eso? 

 

Si.

Lo estás. Lo puedo ver.

Pero piensas que está bien, que lo puedes tolerar. Es más. Ya ni siquiera te importa. Porque crees que esos besos y esos "te amo" lo compensan.

 

Yo te conozco. Y te observo. Sé lo que has vivido. Vi cuando escapaste del encierro junto a aquel príncipe malo. Y en este caballero viste la luz, la gloria, la salvación. 

 

Más no te diste cuenta que ahora tú misma te convertiste en su esclava. Sin que él te lo pidiera. Sin que él ni siquiera lo pensara. 

 

Sé que varias noches te das cuenta de todo esto. Y lloras. Te preguntas dónde quedó tu autoestima. Dónde está tu dignidad. 

 

Vamos princesa! 

 

Rescatate a ti misma. Antes de perderte en su mirada, recuerda el fango. Antes de anhelar escuchar su "te amo" recuerda los largos silencios al ignorarte. Antes de añorar estar entre esos brazos, recuerda todas las veces en que te evade. 

 

Esto no puede continuar! 

 

Mi Sol. Despierta! Princesa huye. Princesa date la vuelta, camina y no voltees. Sé fuerte. Aunque llores, aunque el corazón duela. Estarás mejor sin el.

 

Estarás mejor solo contigo. 

 

Pues todo esto solo es una fantasía. Un castillo hecho de aire en el que no puedes vivir. Un castillo hermoso que construiste tú solita en tu mente y en dónde habitabas tú junto al caballero. Pero la realidad es otra: es el fango. Es la evasión. Es algo que no va a existir. 

 

Algo que él no te quiere dar. Es algo que no es para ti. 

 

Deja de luchar ya. Deja de regar pétalos frente a él cuando pasa. Deja de cortar las mejores frutas para dárselas a el. Deja de ir a buscar agua fresca para calmar su sed. 

 

Ya no lo hagas princesa. Porque él nunca lo ha hecho por ti. 

 

 

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