La Carretera

Bajo el ardor del sol implacable
avanzo por esta carretera es interminable, se extiende ante mis ojos,
como un camino que no lleva a ningún lado,
pero que sigue adelante sin cesar,
sin un final claro y definido.

 

 

El sol caliente en mi rostro,
la sed que me consume sin piedad,
el viento que sopla sin rumbo fijo,
y me empuja hacia adelante.

 

 

Los campos de cultivo se extienden a ambos lados,
como un mar de oro que se agita con el viento,
y en el horizonte, las montañas escarpadas
se elevan como si fueran a tocar el cielo.

 

 

La noche me envuelve en su misterio,
y la carretera se convierte en un camino fantasma,
donde los delirios místicos florecen,
y las sombras me persiguen sin piedad.

 

 

El reloj en mi muñeca avanza sin detenerse,
y los kilómetros se suceden sin cesar,
mientras yo sigo avanzando en esta carretera,
sin saber a dónde me llevará.

 

 

Mi cabello se agita con el viento,
y mis ojos se llenan de polvo y cansancio,
pero sigo adelante,
como un viajero sin rumbo fijo.

 

 

La carretera interminable sigue adelante,
y yo sigo avanzando hacia mi destino desconocido,
mientras el tiempo se escurre como arena entre mis dedos,
y la vida se me escapa sin piedad