Esta tarde, una hoja,
por un momento privado,
por un momento anhelado
incoherente paradoja.
Una hoja viva y muerta,
un tiempo eterno quizás
y a la vez fugaz,
pero abriendo una puerta.
La puerta que va a ese mundo,
ése de los pies desnudos;
todos sordos, todos mudos,
ese lugar tan profundo.
Aquél en que te miro
y no necesito hablarte,
te escucho sin escucharte
emitir más que un suspiro.
Esta tarde una hoja,
una mirada, un beso,
tal vez algo más que eso
con tan sólo una hoja...
Comentarios1
Muy lindo poema!
Saludos!
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