Vivir

Alfonso J Paredes



Vivir con la cabeza muy alta
el pecho henchido
y la mirada perdida.

Caminar, con el paso muy firme
y la espalda muy ancha,
consultado la hora
que, llegado el momento,
miras al firmamento y vivir.

Luego no digas que no te advierto,
cuando subas el camino,
donde oteas el horizonte.

Siempre he dicho que, la vida,
es mejor aprovecharla,
durante el tiempo que nos queda.

Y coger el tren cuando este pasa.
No bajarte en las estaciones.

Aunque no tengas ilusiones
y seguir siempre tu marcha,
allá donde quieras que tu vayas.

Con el ritmo que has cambiado
seguir a contracorriente.

Empujando y andando
entre la basta muchedumbre,
que dificulta tu camino.

Soñar, que la vida es tan bella
como corales marinos,
de colores divinos,
que brillan en tus ojos,
reflejando el azul del cielo, vivir.

Nunca más te desesperes,
aunque la vida sea aciaga,
porque es lo último que pierdes.

Ponle siempre muchas ganas,
aunque vayas por donde vayas,
tu camino se despeja.

Vivir con la cabeza muy alta
y el pecho henchido, la mirada perdida.
pensar acorde a tus ideas
aunque la final jamás la veas.

Y marcarte tu destino
cuando andes por el camino,
llegarás hasta el final.

Al fin, llegaste a tu parada,
la que será tu morada,
llegas para vivir.

Sufrir, no entra en tus planes,
de pasajeros charlatanes
y transeúntes vagabundos,
suplicándote volver.

Añorar a los seres queridos,
que, por muy distintas razones,
dejaron sus corazones,
a mitad del camino.

Será, porque de ese tren han bajado
y no se han acordado de seguir.

Poem & Rhápsody ©2023
La fina piel de la cáscara
Alfonso J Paredes
CEDRO.

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