No te enamores otra vez de mi.

Jercent

Te vi pasar por el callejon, de prisa entre la gente con la vista en el piso mirando los adoquines. 
Tu rostro inexpresivo con los ojos casi cerrados y tu mente lejos, traspasando el frio de la mañana. Entraste al mercado,  te segui con la mirada, cada paso cada pisada que dabas. 
Veias los estantes como si fuera la primera vez, dejando ver  ese brillo fugaz que siempre había visto en tus ojos.
Tomaste algo y tu mano blanca seguida de tu brazo se vieron  desnudas  dejando ver la pulsera que te habia regalado años atrás. 
La tomaste con la otra mano y la ocultaste como si no pudiera ver la luz en la carcel de tus prendas largas y grises que te cubrían como una mujer de epocas antiguas.
Pude ver tu cuello mientras mirabas los articulos colgados y recordé como subía mi lengua desde tu ombligo pasando entre tus senos, Llegando a tu cuello y finalmente besando tu boca. 
Ahora estabas mas delgada con algunas lineas que solo hacian verte mas provocativa.. Envuelta entre tantos ropajes para el invierno. 
Sentias que te miraban pero no habias podido verme. Yo seguia de pie con mis manos en los Bolsillos de mi chaqueta, Tratando de mantenerlas Calientes, mis ojos se habían resecado de no parpadear para no perderte de vista. Esperando encontrarme con la tuya. 
Tus ojos fulgurantes me encontraron con una mirada lastimera y melancólica. 
Que cargaba una larga historia de desencuentros y momentos Felices que se tiraron por los  Balcones para verlos partirse y volverse a reconstruir. 
Cruce el callejón entre la gente si dejar de mirarte.. Pronunciando tu nombre en silencio solo para tus ojos. 
Mientras mi corazon se me queria salir por la boca. 
Tus ojos ahora miraban de nuevo el suelo y te diste vuelta siguiendo tu camino, te segui al lado mirando tus pasos cortos y firmes que no sabia donde me Llevaban
Caminamos varias cuadras en silencios incomodos donde no Habia nada que decir. 
El cielo se habia puesto mas gris y pasaba un viento helado que te daba un color morado en las mejillas. Pare repentinamente y te enseñé un café. Entraste sin mirar y te sentaste frente a mi
Con una mirada de preguntas qué nunca se habían pronunciado. 
Sentí por un momento el roce de tus rodillas y baje mis manos para tocarlas. Me miraste con reproche pero no las quitaste.. Talvez porque finalmente te daban algo de calor.
Bebimos nuestro café mirándonos y rozando nuestras manos ocasionalmente. 
No queria saber mucho de tu vida porque ya sabia que en esta ya no tenía cabida.. Pero quería seguir ahí.. Mirándote y soñando que me amabas como antes. 
Salimos del lugar entre un torrencial que no dejaba ver mas alla de varios metros y en dos pasos nos metimos en un pequeño hostal para resguarnos de la lluvia. 
Quedamos muy cerca en ese zaguán y tu aliento de vapor se me metía por los poros, metí mis manos entre tu ropa y te bese mientras sentía  que te acariaba la espalda y los senos. 
No recuerdo como entramos a la habitación.. Solo recuerdo quitandote ropa tras ropa hasta encontar tu cuerpo desnudo, mas adulto, menos rigido, donde conocia las  marcas que alguna vez habia nombrado o pintado de corazones con tu labial. 
El frio erizaba tu piel, mientras mis manos mas que emocionarte te daban calor. 
Tus ojos me miraron grandes diciéndome. 
No te enamores otra vez de mi.. 
Aunque yo sabia que eso no era posible. 

 

  • Autor: Jercent (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de febrero de 2023 a las 22:57
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 31
  • Usuario favorito de este poema: alicia perez hernandez.
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