La Venganza Familiar y el odio intergeneracional.

Carlos Andrey Vargas Araya

Categoría: Historia personal.(resubido)

 

Dicen que el odio puede ser profundo,  y más si dejas que fluya sin control, más si ese odio es evocado hacia los inocentes. La historia que voy a narrar es de mi propia vivencia. 

Había escuchado muchas historias de como las familias se odian, incluso por lo que hicieron otros miembros de su familia en el pasado. Pero esto nunca me había sucedido a mi. 

 

La historia comienza con mi abuela hace muchos años. Ella tenía una amiga con la que siempre conversaba, se visitaban y parecían amigas de toda la vida. Mi abuela se metió con el esposo de su amiga, lo que causó el rompimiento de los lazos familiares, de esa infidelidad nació mi padre y uno de mis tíos.

 

La amiga de mi abuela entró en crisis al saber que mi papá y mi tío eran hijos de mi abuela y de quien era su esposo. Quizás no puedo imaginar como vivió el dolor de esa traición a la amistad. 

 

Mi papá y mi tío crecieron con mi abuela ,mientras la propia familia y la otra familia de la amiga de mi abuela los consideraban hijos ilegítimos, lo que podríamos llamar "los hijos bastardos". 

 

Desde ese momento, mi padre era apenas un niño, cuando el odio de ambas familias se hacía notar. ¿Porqué odiar a un niño que no pidió nacer?. Mi padre era un niño inocente y no debía sufrir el odio, pero así fué. Desde bebé fué odiado y despreciado, aunque físicamente no le hacían daño, era más que evidente que el error de la juventud de mi abuela, había arruinado a una familia. 

 

Sin embargo, la existencia de mi padre era un hecho. Años después nacería yo, y de la misma forma, siendo descendiente de mi padre, prácticamente mi árbol genealógico era el apellido de mi abuela y de igual manera, yo sería odiado y despreciado por la propia familia de mi abuela y por la familia de la amiga de mi abuela. 

Yo pude notar desde niño y desde mi inocencia, como fué que este odio existía, aunque hasta la etapa de mi adolescencia me sería narrada toda la historia. Poco a poco comprendí que ese odio estaría allí, persiguiendo a mi abuela, a mi papá y a mi. 

 

Cuando cumplí 13 años, mi abuela falleció siendo una mujer octogenaria. Por fin descansaba en paz. 

 

Muy pronto, crecí y conocí a una chica que fué mi novia durante 4 años. Esa relación fué saboteada por uno de los nietos de la amiga de mi abuela. En efecto, el nieto vino para tomar venganza familiar  en mi, y llegó al extremo de hacer que mi exnovia y yo nos pelearamos, para tiempo después casarse con ella. Este primo que tomó venganza en mi, es miembro de la religión de los testigos de Jehová. Son personas que siempre predican la palabra de Dios, pero en su interior, este primo me odiaba en secreto. Meterse en mi vida para intentar perjudicarme y dedicarse a ello, con la idea de la memoria de ese odio no confesado. 

 

Cuando comprendí el grado de odio de esta familia, dejé que mi primo  culminara con éxito su venganza familiar y  se fuera con mi exnovia, ya que al final ese odio no sería saciado. Para que no quedaran dudas de su odio, mi exnovia y mi primo  visitaron  mi casa para contarle a mi papá que se iban a casar y le pidieron como favor a mi papá , que él les ayudara en la construcción de la casa donde ellos iban a vivir. Obviamente mi padre les dijo que no podía. Para ese momento ya no tenía ninguna duda de sus intenciones.

 

Jamás pensé cargar con culpas de acciones que hicieron mis familiares, sobretodo los errores de mi abuela que en paz descanse, donde la existencia de mi padre y  mi propia existencia se ven comprometidas. Donde podríamos tratar de comprender si nuestro mayor pecado fué nacer.

 

Yo me declaro  inocente y espero que el odio de esta familia termine con esta venganza familiar, ojo por ojo y diente por diente, dirán los miembros de la familia de la amiga de mi abuela. 

 

 

De mi parte, espero que al morir el último de esta generación de ambas familias, su odio hacia mi y hacia mi padre por fin sea saciado, que su odio muera con cada uno y que sea el descanso eterno, la forma en la cuál comprendan su ignorancia y de como intentaron cobrar venganza en mi a través de sabotear mi relación con  mi exnovia. 

 

Si llevas a cabo una venganza familiar, es algo muy inútil porque en una misma familia hay gente buena e inocente y otro miembro podría ser una mala persona. ¿Vas a hacer pagar a los nietos las faltas y errores  de sus abuelos?

 

¿Vas a darle continuidad al odio intergeneracional?. Yo soy el nieto bastardo, donde mi apellido es el de mi abuela, y hemos comenzado un árbol  genealógico para olvidar este odio que hemos recibido de parte de ambas familias que nos desprecian. 

 

Mi abuela descansa en paz y le agradezco por darle la existencia a mi padre y en consecuencia le debo mi existir.

 

A todos los poetas y pensadores que me leen, les saluda el hijo del error, el nieto bastardo, que hoy limpia su nombre familiar y que lleva con orgullo el apellido, que es un hombre culto, nieto del saber, hijo de la sabiduría y entregado a las letras. Un hombre de valor y de honor. 

 

Para finalizar la historia, yo fuí a la casa de la amiga de mi abuela, una señora muy mayor. A ella le pedí perdón en nombre de mi abuela. Le dije que era imposible para mi abuela regresar desde el mundo de los muertos para pedir perdón. Sin embargo yo lo hice para darle descanso eterno al alma de  mi abuela. Finalmente la señora dijo que no aceptaba la disculpa y que nunca la perdonaría. Siendo yo un ser humano, cumplí con lo que estaba en mis manos hacer. 

 

Un mensaje para el mundo:  Las venganzas familiares no tienen sentido, el odio intergeneracional no debería existir, los inocentes no deben nada. No seamos parte del odio. Practica y predica el amor. 

Bendiciones a todos y que pasen un bonito día. 

 

 

  • Autor: Hugin & Munin (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de febrero de 2023 a las 09:20
  • Categoría: Familia
  • Lecturas: 8
  • Usuario favorito de este poema: Omaris Redman.
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Comentarios2

  • Carlos Andrey Vargas Araya

    Dedico este escrito a las familias de serpientes de quienes llevo su sangre y de quienes soy descendiente , más no llevo su odio ni su apellido.

  • Omaris Redman

    Tu relato me trajo a la memoria algo similar que sucedió en mi familia, precisamente con mi abuela materna a quien nunca pude tratar como tal, porque ella abandonó a mi madre a su suerte, y crecimos como la parte pobre de la familia, y nunca fuimos considerados honorables para compartir con el resto, por ello mi madre para nosotros se convirtió en una "heroína", nos sacó adelante sin la ayuda de ellos y con gran orgullo, somos hoy día buenas personas y fuimos excelentes hijos, de quien hoy descansa en paz, nuestra madre....

    Por todo lo expuesto, entiendo perfectamente tu sentir y aplaudo que no te hayas dejado contagiar por tanto odio sin sentido, como dices... saludos cordiales,



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