Ella está triste

César Ortega.

Se lastimo la rodilla y no tiene paciencia.
Reproche y reproche, que se inflama,
Que no puede caminar y le resta independencia.
No se da cuenta, aún se levanta de la cama.

 

Pasan los días y la rodilla no cede.
Cada vez el hastío crece.
Reproche y reproche que por qué duele.
Que ironía, ingrata rodilla ya cede 

 

En ocasiones llora, no le gusta estar así.
Dependiendo, molestando, batallando.
¿A quién le gusta estar así?
Ella no para, se levanta, no se ve descansando.

 

En ocasiones quiero maldecir a su rodilla.
Ella siente que pierde su fortaleza
Por qué la pone triste, maldita seas rodilla.
Ya no la molestes, sana y afirma la esperanza.

 

Ya cede rodilla, sana, sana, sana rodilla
Aún estando así ella brilla
Deslumbra, manantial de amor su sonrisa
Sana, sana, sana rodilla.

 

El hastío la colma y me reprocha
Déjame hundir, necesito hundirme.
Anda ve, hunde y renace.
Vuelve cual alba, descansaste en el cielo.

 

Rodilla, rodilla, rodilla.
Paciencia dale al girasol
Rodilla, rodilla, rodilla.
No apagues mi corazón.

 

Maldita seas rodilla, o ¿Bendecida seas?
Desde que te lastimaste se ha dejado ayudar
Aún que se enoja, a mí me gusta entregarme
Preocuparme, apoyarle, ser soporte para su firmeza.

 

Aun que grite y maldiga.
¿Dónde estaré yo, si no es sus ojos?
Aún que se hunda, mi mano esta firme
Rodilla, rodilla rodilla.
¿Qué canto enseñarás?

 

Rodilla, rodilla,
No apagues mi corazón
Y deslumbrante vuelve.
En libertad a mi girasol.

 

Rodilla, rodilla, rodilla
No apagues mi corazón…

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