LA OSCURIDAD, SIN MI, QUE SIGA SU CAMINO

Lucila De Melo

 

En esta tarde de verano

siento tu brisa fresca

corriendo por mi jardín.

Algunas nubes ennegrecidas

amenazan con caer,

pero mi horizonte

no lograrán ocultar.

Siempre te veo al final de mi camino.

Nada es más bello ni se puede comparar

con la claridad de tu sonrisa,

ni con la ternura de tu mirada,

ni con la firmeza de tus manos,

ni con la pureza de tu corazón.

Me voy deleitando en el paisaje,

que juntos, como hormiga laboriosa,

hemos diseñado.

Nada existe más que tú y yo…

Elijo quedarme en nuestra burbuja,

porque en ella encuentro la paz y libertad

que mi alma necesita.

Afuera habitan tristes ánimas,

que deambulan cual fantasmas ya rendidos.

¡A mi no me vengan con tristezas!...

¡No he venido a este mundo a sufrir!

Ya lo dijo Buda: ”El dolor es inevitable,

el sufrimiento es opcional”.

Elijo el perfume del jazmín,

a sangrar por las espinas de las rosas.

Elijo esconderme en tus caricias,

y volar en las alas de las mariposas.

Elijo elevarme como pájaro

sobre las copas de los árboles,

libar como abeja enloquecida

el dulce néctar de las flores,

correr como el río hasta desembocar

en tu mar profundo y mío.

Elijo la luz del sol divino...

¡La oscuridad, sin mi, que siga su camino!.

 

Lucila De Melo(MMGA)

Uruguay

 

 

 

 

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