Transpiro el olor amargo que me conforma,
me perfumo con imágenes ajenas
pareciendo lo que creen que soy
descontando penas añejas.
Invadido por el eco de tu nombre
espabilo de vez en cuando
y escampa mi tormenta,
se abre un efímero claro en el cielo.
Si se logra colar un rayo
hasta me caliento,
me enfrío cuando el viento,
somnoliento,
me arranca el suspiro
danzante del beso
que nunca llegó a mis labios.
Me confundo entre la gente,
a la noche cavo una madriguera
o hago un nido cuando vuelo
y me arranco el corazón
para que crezca uno nuevo.
Bebo un sorbo de veneno
para quitarme la sed
que me da recorrer un mundo
invadido por seres inexistentes,
mecanizados, moribundos.
Cada cien años me invento un nombre,
o enamoro alguna ninfa
y termino por beberme sus latidos,
cocino a fuego lento las palabras
y nunca hablo del olvido.
-
Autor:
Alejandro Ramírez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de septiembre de 2010 a las 00:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 711
- Usuario favorito de este poema: nellycastell.
Offline)
Comentarios8
Ale querido, poema que brota de tu alma poética y si te arrancas el corazón envíamelo que yo te lo guardo, no lo dejes tirado por ahi, que ese tiene mucho valor, un poema que me llevo. abrazos
Ya veré como hago para embotellarlo y enviártelo, porque al separarse de mi siempre quiere salir huyendo...
Lo malo que no te recuerdes y te vayas a tomar tu propio corazón....
Seguramente me intoxico, jajaja
No mi amor, te pones más grande aun de lo que para mi tu eres, el temor mío, es de que creas que es de wisky, por eso te lo decía, sabes que cuando el deseo aprieta uno se sienta por descansar, cuando realmente lo que nos debemos es de acostar......jajajjajajaj
Hay 2 comentarios más
Que bonito tu poema me ha agradado...
yo te cito la estrofa que mas me gusto..
Cada cien años me invento un nombre,
o enamoro alguna ninfa
y termino por beberme sus latidos,
cocino a fuego lento las palabras
y nunca hablo del olvido.
.................besitosmil..
kalita...
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Termino por beberme sus latidos, cada cien años....
Bueno cada uno sabemosdelo que hablamos en nuestros poemas.
besos
me encanto es muy bueno lo q produciste
Muchas gracias por tu comentario.
Dame el secreto de tu larga vida chico, no seas malito.....mmmm...será esa bebida que tanto te gusta? el wisky....jajajaja......
Lástima que no puedo escuchar la música......
AbRaZoS!!!!!!!!!!!!!
La canción es El último trémolo interpretada por Jhon Williams, no sé porque no podrás escucharla, esto es por si la quieres buscar...
Y quiero encontrar la razón para revertirla, sin embargo sigo aquí siglo tras siglo...
Un beso.
Y sí crece de nuevo el corazón, mi Ale?.... no se hace el pecho esteril al suspiro, la boca inerte al beso. La vida ciertamente se descompone cada cien micras de micras de segundo... qué podemos esperar cada cien años... otro siglo más para ALEJANDRO...
nO TE SOBRÓ CRÉDITO PARA OTRO CIGARRO.... ? SI YA NO TIENES GUITARRA, ESTÁN TENSAS LAS HEBRAS DE MI CABELLO.
He estado extraviada los últimos días.... por eso ha sido mejor que no hayamos coincidido. Mientras abro los ojos, y distingo tu rostro tan cercano y difuso, que no sé si eres sueño, o metafora fugitiva de la carta que aún no termino de editar.
Besos voladores.... sin raiz... sin testigos, delante de la frente de este mundo sin sal.
No te he buscado directamente por eso, he sentido que andas un poco, no sé, creo que hay momentos en que es mejor que no interrumpa tu vuelo, adonde vayas...
No me sobró nada, mi guitarra, esa la vendí el año pasado, tengo otra, no puedo descorazonarme los dedos ni dejarlos mudos...
Crece, cada vez crece un poco más pequeño, pero más duro, y más silente, más sabio en cada latido, aunque no ha alcanzado la suficiencia.
Besos receptores... sin agua, ni tierra, ni sol, ni palabras, detrás de los tuyos.
No te he buscado directamente por eso, he sentido que andas un poco, no sé, creo que hay momentos en que es mejor que no interrumpa tu vuelo, adonde vayas...
No me sobró nada, mi guitarra, esa la vendí el año pasado, tengo otra, no puedo descorazonarme los dedos ni dejarlos mudos...
Crece, cada vez crece un poco más pequeño, pero más duro, y más silente, más sabio en cada latido, aunque no ha alcanzado la suficiencia.
Besos receptores... sin agua, ni tierra, ni sol, ni palabras, detrás de los tuyos.
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