Sombras

mariat araure

I

sudor caliente a la orilla del camino
Seca paja movida  por el viento 

toca el cuello como Pesadumbre

Un remolino de hojas secas

se oyen al borde del pavimento

trastocan los más grandes al pasar

En esa orilla una historia muda de osamenta

transcurre en su minutero de antaño

y el sudor continúa el camino hacia el hastío


Dónde andará la comida de las ruedas

ahora que los pies no marcan el camino.
II

Monumento Silente a la nostalgia
Nostalgia que deambula en el pasillo
Pasillo que se asoma con su estatua
Estatua que se mueve sin la prisa
Prisa de prisioneros bajo el sol
Sol oscurecido de pesares
Pesares del calor que nos inunda
en ríos de sueños que humedecen  el abandono de mi madre.

III

Mientras duermo la noche se pasea por mis ojos y un cuento cuenta sin descanso
ella la que porta su abrigo enrojecido por el tiempo no supone y me arropa suavemente
mientras duermo un suspiro de alimentos un ladrido de moscas usurpan mi sueño
a veces la noche se llena de vuelos y me atrapa con su sombrero gris
y me sueña en sueños de unicornios  y me acomoda instantes dónde nado entre ríos de peces azules

ella me posee pausada y en silencio
Cuando duermo 

la noche  regala  vida y se lleva mi sombra

IV

Perdí  mi sombra en la noche
Corrí corrí corrí, corrí 
Ni  piernas ni brazos ni mis intestinos brotando  de mi vientre  la alcanzaron 


Que hago sin mi sombra
con esta orfandad de luz
con este vacío de abismos 
Con esta incertidumbre  desgarrada


Sin ella seré una perdida una pregunta una fantasma una incertidumbre 
Ni el verso ni el abrazo ni la lágrima consuelan su partida 


Sin ella soy sombra 

V

He soñado contigo noche y eras  infierno 
no busqué el arlequín porque tú noche tú Tú me hueles a revida

Asustada le hablé con mis piernas al abismo 
despeiné sus hojas rosas  
El azul fantasmal desobedece 
y resucita el sol de la vida en la sombra muerta.

VI
Pierdo  noche optimista de  azules y violetas su cara asomada con sus manos abiertas 
Pido noche tu matiz multicolor  una barca de alegría  que quite los sinsabores
oh noche de mil vapores 
de  amores y desamores

VII

El agua hierve y una sensación de orfandad aparece

Ordeno a mi cerebro acoplarse 
mi corazon y mis vísceras arden en desorden 
Se restriegan en mis ojos y el río de una quebrada se asoma vertiginosa me inundó de recuerdos  


Dónde irá su voz de mando su entereza su seguridad que era la mía saberla en el mundo terrenal era atreverme

hoy camino huérfana

buscando un arcoiris .

 

 

 

 

 

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