Amiga, no te vayas

Pablo240

Amiga, no te vayas.

Déjame hablarte con estas últimas estrellas.

Déjame estirar el viento para alcanzar tu oído

para hacer vibrar las campanas de nuestras primaveras.

Amiga, no te vayas.

 

Fuiste la que abrazó la esperanza del lucero

que en la tarde de amor se posaba en las hierbas.

 

La luna se perdió en tus ojos cuando un beso

nos unió en la noche de la pasión primera.

 

Las horas del recuerdo hacen llorar al cielo

que grita como un niño haciendo oír su pena.

 

Amiga, no te vayas.

La tarde huele a adiós. Los árboles en silencio.

Las rosas van muriendo mientras yo paso entre ellas.

 

Yo fui el que trajo desde el sol de tu alma

corolas brillantes, racimos de perlas.

 

El que corrió los mares, el que arrastró montañas,

el que olvidó sus miedos, el que lloró sus penas.

 

Amiga, no te vayas, no olvides nuestros sueños,

nuestros cielos liberados, nuestras sonrisas eternas.

 

Te he buscado, a lo lejos, con el sol que se pierde,

pero siempre, siempre de mi te alejas.

 

Amiga, no te vayas, espera

oye mi última plegaria.

Que encuentres el amor que en mi tanto buscabas

y que no pude darte, por no saber lo que te amaba.

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.