Temporal inclemente...

En alta mar…se perdió la noción del tiempo,

con el sol en el cenit…descargando su inclemencia,

allá en medio de la nada…

con la indolencia asaltando mi porvenir.

.

Sobre la barca de mi destino…mi propósito desconcertado e inquieto,

aguanta esta cortante melancolía.

 

Varado en la anchura de mis dilemas…

con la brisa acariciando mi rostro,

observo con terca fijación… el repetido trajinar del infinito…

con su desfile de nimbos…sombreándose de gris tormenta.

 

Me pongo a contar gaviotas…

y me extasía su exquisito revoloteo…de singular habilidad,

y noto lo liberadas que se sienten….

y termino por envidiarlas.

 

Me encierro en un letargo imaginario…

recluido en una tristeza temeraria,

pero no me rindo…ni le tengo miedo.

Me doy cuenta que me hice invulnerable a la amargura,

ya no le temo a ningún tormento.

 

Y sigo intentando descifrar el crucigrama de esta experiencia truncada.

 

Atravieso el iracundo océano de aflicciones…

arrastrando la cadena de los desapegos sin resolver.

soportando los embates de aquellas olas…inmensas de sufrimientos,

sumiso a esas aguas donde mis contradicciones se sumergen…

hasta el fondo de la desolación.

 

Me veo reflejado en el espejo de esas aguas profundas,

indefinido y tambaleante…

al ritmo del escarceo de la marea que sube y baja despreocupadamente.

 

Con mis argumentos a la deriva… sobre la turbia superficie…de ese impaciente devaneo,

una larga dosis de argumentos fracasados…

y un vendaval de inconsistencias desafiantes…pendientes,

se van dejando dominar de la desidia.

 

Extraviado en lo secreto de ese mar de vacíos…

donde esa misma soledad es la compañera más cercana…

y el silencio murmura a dúo, cantos de sirenas.

Allí, bajo ese limbo índigo…

traicionado por un desabrido desinterés…

me dejo convencer de la expiración total…y suplico un definitivo descanso.

 

Olas furibundas…mal humoradas…de intratable carácter…

que azotan la barca de mi destino con incontenible estupidez,

que solo pretenden arrasar con la eventual quietud    que a veces siento.

 

Temporal indomable en alta mar…

que me someten a esta indefensión.

 

Temporal bravío y necio en alta mar…

donde nada es todo …

y todo tan solo una plegaria de misericordia.

 

Le rezo al cielo por un remanso de calma…

le pido al Altísimo el compasivo milagro de un instante de paz …y nada más