Las letras

Oh, las letras; mi refugio. Bendita sean las letras que me dan el privilegio de desahogar tanta rabia a través de ellas, bendito sea el lugar a silencio para comenzar a formar palabras en un papel o en mi iPhone.  Letras bellas o tristes, mmm... mas tristes que bellas, pero sin duda reflejan cada sentido que experimento cuándo estoy cerca suyo,  pues con él todo es angustia y sufrimiento. Algo de soledad, o mucha soledad que genera dentro de mi un vacío a punto de llenarse de agua porque mis ojos comienzan a llorar, pero a llorar de enojo y muy poco de dolor, pues quisiera matarlo de a momentos, matarlo para ya no sufrir por culpa suya, matarlo con la indiferencia sin pensar en las memorias pasadas; en cuándo era bueno, compañero y me quería.  Matarlo sin tantas vueltas y así evitar que hiera a alguien mas. 
Las letras me dan el poder de aliviarme cuando me trago cada palabra que quisiera decirle, cuando cedo al maltrato verbal sin intenciones de defenderme, como si le diera la razón porque creo que la tiene, o para acabar con rapidez el asunto y escaparme de su presencia. 
Las letras lo son todo, amo formar palabras con ellas, jugar a combinarlas, gozar de la lectura, oírlas sonar en canciones de grandes cantantes; grandes y famosos. Es un modo de esconderme de la verdad de allá afuera, olvidar su existencia, y de esa forma resistir o sobrevivir. Pues mi vida a su lado me provoca deseos de morir, siento un enorme cansancio, me encuentro agotada de juntar fuerzas para poder enfrentarme y  ganarle a lo malo, a lo que me desarma y desanima. Quisiera poder escribir cosas lindas, salir del modo oscuro y brillar, sonreír con toda la cara y salir a comerme el mundo, confiar mas en mi y pasarme las críticas negativas por el bolsillo; sin que consigan afectarme. 
Las letras, aunque no lo creas, estoy enamorada de las letras, expresen lo que expresen, me vuelvo loca con ellas, me fascina perderme en mi escritorio y pasarme horas buscando la combinación perfecta, aunque a veces no sale nada, las letras me regalan la ocasión de ser yo, me dicen que todo estará bien, que pronto despertaré y algo cambiará; seré feliz sin que importe nada mas.