visión de mi funeral desde el "no vivir"

Alejandro Tejero Escribano

VISIÓN DE MI FUNERAL DESDE EL YA “NO VIVIR”

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1- Poesía es fantasía.

La fantasía permite,

Que con fina alegoría,

Mi funeral acredite.

2- Desde que murió mi padre,

Muchos años han pasado;

Mas siempre tengo presente

La triste obsesión de muerte,

Recordando aquel instante,

Cuando yacía en el féretro

Y estaba casi ocultado.

 ¡No olvidaré tal encuentro ¡

  3- En algún momento tuve

 Estar verdadero “muerto”

                                       En mi normal pensamiento,

Mas me asaltó un atroz miedo:

Faltar en la caja el aire.

Nunca podré ya volver

Ni convivencia tener

Con las gentes de mi pueblo;

Pero tendré un feliz sueño 

Sin mi destino saber. 

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4- Desde entonces reflexiono    

Qué pensaría el “no vivo”,

`Sin pensar que no podría´;

 Pues así discurriría: 

5- Me imagino que soy “yo”,

Apareciendo “no vivo”,   

El que en el féretro está,

Siguiendo su funeral,

Y que observa al personal.               

El recuerdo ya se aviva

En mente que está cautiva

En negro y triste ataúd.       

6- Ya vencido por la edad,

Frente a frente me encontré

 Sin desearlo a la “muerte”,

Que llega al que no la espera.

Ayer mi vida era un sueño;

Hoy silencio sin pasado:

La “muerte” todo lo calla.  

Miro mi longeva vida

Desde escasa cristalera,  

Ventana que no aligera.                                      

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7- Solamente veo un triángulo

Con tres lados igualados:

Que forman cejas regladas

Y barbilla  puntiaguda.      

8- Tengo cejas perfiladas;

Mis pestañas “rimeladas”;

Ensombrecidos los párpados

Y sus bordes resaltados;

La nariz muy afilada;

Las mejillas afeitadas

Y con aceites rosadas:

Todo está normalizado.                      

9- La boca está colocada;

Labios duros azulados

Quedan ya bien retocados;

Sin luz la fija mirada;

Cristiana samaritana

Los ojos abiertos sella;

Mi cara está liberada

De arrugas y antiguas manchas,

Que dejan la piel maltrecha:

Es la máscara prestada

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10- El fijo reloj biológico

Me dio el jaque de mi vida,

Al acabarse la extensa

Cuerda de mi ser histórico.

11- Su fin previsto tenía

Para del lugar salir,               

Que la prisión suponía,

De este mundo vivir.

 El gurú juega escondido

Con esos dioses ficticios

Para prometer consuelo

Desde el féretro hasta el cielo.

 12- Miraba a los asistentes

 Llegar a mis funerales;

Los murmullos se escuchaban

                                      De oraciones familiares,

Conocidos y leales.

Así, algunos, desfilaban

Ante el féretro con rezos;

Otros, tristes y apenados

En silencio y suspirando.

¡Conmovedor  espectáculo!

                  5-

 13- Con la señal de la cruz

 Con gran emoción pasaban,

Tristes caras y un adiós,

Inclinada la testuz

14- Delante de mi ataúd

Los asistentes cruzaban,    

Y el último adiós me daban

Con sentido de piedad,

Y sin ninguna acritud.

Unos, por amistad, iban;

Otros, por curiosidad:

Por si he muerto de verdad.

15- Vi a mi musa imaginaria

Que tanto amé su belleza.

No permitió la caricia

De su cuerpo la hermosura,

 Por haber inexistencia.

Quise hablarle, mas no pude;

Señales con mi mano hice,

Pero ella no respondió;

 Percibí ver en sus labios

Cierto rictus de dolor.

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 16- Dentro de mi ataúd siento,

En mi propia inerte carne

 En la larga noche, aquello:

“¡Dios mío, qué solos/                       

Se quedan los muertos”¡

17– A la  mañana siguiente,

El bullicio de la gente,

Que a mi “sepelio” ya viene;

En una iglesia las preces

Y rezos del sacerdote;                        

En el ataúd clavado,

Un crucifijo dorado;

(Sentimiento de los míos).

18- Descienden al crematorio

Mi helado y rígido cuerpo

Que los meten en un horno

Con sólo por compañeros:

Un gran silencio y el fuego.

Sentiré un calor quemante,             

Derritiéndose mis grasas,

Y consumiendo mi cuerpo;

Oiré crepitar maderas…

¡El fuego es purificante ¡

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19- El funeral ya cumplido

Los asistentes se han ido,

Dando los “pésames”, unos;

En los ojos, lágrima, otros.

20- Darán a los familiares

Las cenizas con respeto                     

En urna de funerales,

Adornada con rituales

Que servirá de recuerdo

En momentos memorables.

(Ya dejé dicho que hicieran,

Con ellas lo que quisieran).

21- Sólo quedan mi mujer

Y mis hijas en la casa,

Alguna familia más

Para compañía tener.              

 Veo a mis hijas y esposa

 Con solamente algún signo

 De luto como acordamos.

 Los nietos han aceptado

 El ruego que les he dado

 En mi poema anotado.

            Amen.

NOTA: Cuando lo escribí, sentí

Que no era realidad,

Sino una pura ilusión.

Cierto tiempo me creí

Que era muerto de verdad.

( Aquel que el poema lea,

 Invitado al funeral                                    

 Oficialmente ya queda).

 

 

 

 

 

  • Autor: esteal38 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de noviembre de 2022 a las 13:42
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 24
  • Usuario favorito de este poema: alicia perez hernandez.
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