Somos mudos a los que tortura la palabra
nos llenamos la boca con la copa de mentiras
nos cierran los ojos con tantas sombras derramadas
nos marean, nos saturan el pensamiento y el animo
atiborrando nuestros oídos con discursos bonitos
en ellos no encajan nuestros reproches o peticiones
somos pueblo, seres sustituibles para el imperio.
A veces hay chispas de verdad y atisbos de generosidad
para embarrarnos en sus porquerías, para comprar lo poco
que les resta de conciencia a pagaos fijos y abonos chiquitos.
A veces les creemos y pagamos caro nuestra ingenuidad
otras buscamos justicia en lluvia de denuncias,
en despliegue de ataques estériles que ponen sangre
(la nuestra, la de unos cuantos, la que más vale por ser
de nobles conciencias, de cabezas donde abundan
los pensamientos, la del pueblo…) sobre el rojo fuego,
cobrando con balas el discurso imperecedero.
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Autor:
Isel (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 13 de noviembre de 2022 a las 21:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuario favorito de este poema: Omaris Redman.
Offline)
Comentarios1
Pueblo, qué palabreja para los encumbrados politicastros que se olvidan rápidamente de sus raíces.
Y lastimosamente es ese mismo pueblo quien los mantiene en la cumbre como falsos líderes de verborrea mesiánica y de planes para un iluso progreso en atasco.
Sin embargo, hay excepciones donde la ciudadanía es un concepto más amplio, sin populismo, sin demagogia, ni mentiras, donde la justicia social y las leyes no son un asco.
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