A mi manera

Martha Humphrey ❤

A mi manera

Desde que era muy joven, luché, lloré, y cada año de mi vida, desde mi infancia perdida, le pedí a Dios misericordia para poder seguir adelante. Enfrenté mi destino con lágrimas y coraje, y en el lánguido crisol de mi soledad
forjé mis conceptos y poco a poco pude construir mi propia personalidad. A temprana edad me convertí en madre y sin instrucciones previas, crié a mis tres hijos, a ellos dediqué mi vida y sólo gracias a ellos sigo viva.

Desde la primera vez que mi madre me amamantó han pasado cincuenta y dos largos años, y a través de ese tiempo, he probado la hiel del desamor, más, mucho más, que la dulce miel del amor. He llorado mucho, pero también he reído. He sido un poco feliz, no lo niego, y está bien, no me quejo, porque la soledad, la nostalgia y el dolor, son la musa de todas las almas que conocen la adversidad, por lo que también, conocen el sufrimiento al revez y al derecho, y eso les hace empáticas con los demás.

También debo decir que todas las pequeñas grandes cosas de la vida me hacen muy feliz,
y pongo como ejemplo el vuelo de la mariposa, la brisa fresca de una tarde de verano, el trinar de los pájaros, el espectacular vaivén de las olas, o la sutil fragancia de las flores. También puede ser la mirada inocente de los niños, una canción de amor, o el beso más anhelado de un ser querido, eso y más, me hace feliz. Y todas esas cosas tan divinas no se consiguen con dinero, ni la salud, o un corazón con buenos sentimientos.

Desde antes de nacer, amé a mi familia, porque cuando era un alma sin cuerpo hice un trato con Dios, por eso amé a mi madre sin siquiera conocerla, y después, cuando vine al mundo y conviví con ella, admiré y seguiré admirando el gran esfuerzo y sacrificio que hizo por sus ocho hijos. Nos crió, ¡y nos crió ella sola!, le debemos literalmente la vida. Y si mi corazón sigue latiendo, seguirá siendo mi gran heroína.

No conocí a mis abuelos de sangre, pero me encantaban aquellas manos acariciadoras de una anciana bondadosa con arrugas y marcas del tiempo en su cuerpo, que de vez en cuando acariciaban mi alma y mis mejillas, representando a mi abuela materna. Y cómo olvidar todos los sabios consejos de aquel simpático anciano Don Pánfilo Moreno, mi abuelito, que era tío de mi madre, pero la crió como si fuera su propia hija, porque la mamá de mi querida madre, falleció al poco tiempo de traerla al mundo.

También crecí sin conocer a mis tías de sangre, y a quien conocí como tal, me maltrataba y me trató como si fuera su sirvienta, pero lo peor de todo, era no permitirme asistir a mis clases cuando no terminaba de lavar la ropa y todos los deberes de su casa. En ese tiempo yo estaba cursando el tercer año de primaria, todavía era muy pequeña. ¿Pero saben?, a estas alturas de mi vida puedo decir sinceramente que mi corazón ya no le guarda ningún rencor, porque la he perdonado desde hace mucho tiempo atrás.

También perdoné a mi padre por haber desaparecido de mi vida cuando sólo tenía cuatro años. Y perdoné al vecino que intentó violarme cuando tenía casi 6 años, se llamaba Salvador, marido de Juana, la amiga de mi madre. Y a tilico el mecánico que también lo intentó, pero mi ángel de la guarda me volvió a salvar. Ese individuo era un empleado de Doña María, hermana de Doña Patricia, con quien viví tres años. Y debo decir, que fui muy feliz viviendo esos años con doña paty, así le decía de cariño, porque ella se ganó mi corazón con su dulzura, y aunque yo no era parte de su familia siempre me trató como su nieta. Ella tuvo un mundo de sueños para mí, y siempre me dijo que yo tenía vocación para ser enfermera, y cuando me lo decía, sus ojos le brillaban de alegría, y a mí también me ilusionaba la idea de seguir con mis estudios y llegar a culminar mi carrera en la enfermería; pero, sí, hubo trabas en mi destino, siempre los ha habido, pero también los he sabido zigzaguear. Mi querida Patricia Solís viuda de Camacho murió, y con ella también sepulté mi sueño de ser enfermera. Ella para mí fue como una segunda madre, y jamás la olvidaré.

Y continúo, les contaba que se me hizo costumbre perdonar a las personas. He tenido que hacerlo para sanar mi alma, porque el resentimiento sólo marchita el espíritu, y he perdonado para olvidar y sanar tantas otras cosas que viví en mi infancia y adolescencia, y de adulta, con el padre de mis hijos.

En las fuentes del amor, no he sido muy afortunada, pero tengo que reconocer que también he sido amada, y sé con toda certeza que mi último compañero Federico García Lozoya me amará hasta el final de su vida, y tengo un lugar muy especial para él, aquí mismo, en lo más profundo de mi corazón y de mi alma, y eso es algo maravilloso para mí. Ya no estamos juntos, mas sin embargo, él forma, y formará parte de mi vida y de mi alma hasta que mis ojos se cierren para siempre.

Amo a mis hermanos y hermanas, a mis amigos también, y aunque tengo demasiados dedos de las manos para contarlos, los pocos que tengo, ocupan un lugar muy especial en mi corazón.

( ¡La maldad, la mentira, la hipocresía y la injusticia me repugnan y lo detesto! )

No amo como la mayoría, porque cuando me enamoro, amo con el alma abierta y dándolo todo. Y amo a mi familia, a mis amigos, y también amé con todo mi ser, a mis ex, porque cada persona de quien llegamos a amar, son alguien especial en nuestras vidas. Yo no sé lo que es amar a medias, y por eso, las decepciones, y las traiciones de los que creía que eran mis amigos, o de un ser querido, han herido profundamente mi corazón y mi alma.

Si eres leal y de buen corazón, te admiro y te respeto, pero, si eres lo contrario simplemente te ignoro para siempre. Conmigo no hay medias tintas, porque la verdad debe ser tan transparente como el agua cristalina. Y por ende, habrá quien me quiera, pero también habrá quien me odie, y no pasa nada, mientras mis seres queridos me quieran, con eso me basta y soy feliz.

Amigos, familiares y lectores, pido disculpas de antemano si estas humildes letras mías os causan tristeza o pesadez en el alma, pero así ha sido mi vida, y así soy, y los que me conocen realmente, rezarán mi verdad cuando ya no esté en este plano.

Desde que fui capaz de pensar por mi cuenta he estado viviendo a mi manera, no porque sea tan terca, sino porque desde muy pequeña tuve que aprender a valerme por mi misma para poder sobrevivir. Siempre me he esforzado por avanzar, y he seguido el camino de mi propio destino. Y por eso me convertí en autodidacta desde muy joven, de no hacerlo, los buitres hubieran seguido devorándome cruda y viciosamente sin ninguna compasión, como lo hicieron en su momento cuando me atreví a escribir y publicar mis poemas en Internet...

Es cierto que sufrí mucho con la crítica negativa por mi mala ortografía, pero toda nube tiene un resquicio de esperanza, y convertí todo mi dolor y tristeza en un gran deseo de mejorar mi español, y creo que lo estoy consiguiendo, y aunque aún me queda mucho por aprender en gramática y ortografía, y en otras tantas cosas,  seguiré intentando mejorar. Y bueno, ya que estoy hablando en confianza con mis letras, también debo recordarles que nunca he mantenido en secreto el hecho de que sólo pude estudiar hasta el sexto grado, porque en aquella época en que nací, ir a la escuela era un lujo que la gente pobre no podía permitirse. Sólo viví con doña Paty tres años, y un año con la tía que me trató mal, al morir doña paty tuve que regresar a casa y volví a vivir con mi madre. Ella no pudo pagar mis estudios secundarios, así que empecé a trabajar para ayudarla en cuanto terminé la primaria, aunque fuera sólo con un granito de arena. Esa fue la razón por la que no continué con mis estudios.

Ustedes no me lo están preguntando, pero quiero decirle que desde hace más de veinte años me refugio en la poesía. Sólo ella me comprende y nunca juzga mis pesares. Y aunque no sé nada de reglamentos literarios, me atreví a expresar mis sentimientos en las páginas de un cuaderno, y lo que hoy he escrito no tiene ni pies ni cabeza, pero no me importa, lo que me importa son mis sentimientos, y sólo en la poesía puedo desahogarme, y antes de que termine mi tiempo en este mundo, tengo que dar a luz este humilde intento de prosa, porque cuando llega la muerte, todo se convierte en nada, ¡pero eso es lo más natural!, y lo más hermoso de todo es que se acaba el dolor, pasa la tristeza, y termina todo el sufrimiento. 

Palabras del alma 

Sep/ 12/ 2021     3:55 A.M. 

Martha Humphrey
Derechos reservados©

  • Autor: Martha Humphrey (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de octubre de 2022 a las 00:30
  • Comentario del autor sobre el poema: Prosa poética, ( autobiográfica ) Los amigos son ángeles que nos envía Dios en nuestros momentos de estragos.©
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 68
  • Usuario favorito de este poema: Antonio Miguel Reyes.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios7

  • MISHA lg

    hermosas y tristes letras en tu historia pero te faltan 50 años por vivir y con la sabiduría ya obtenida seguro los vivirás mejor ,hermosa noche poetisa ,

    gracias por compartir .

    lo que importa es mi sentir, y sólo en las letras puedo desahogarme, y antes de que mi tiempo acabe en este mundo, tengo que dar a luz este humilde intento de prosa, porque cuando la muerte llega, todo se convierte en nada, ¡pero eso es lo más natural!, y lo más hermoso de todo es que el dolor termina, la tristeza pasa y todo el sufrimiento acaba.

    besos besos
    MISHA
    lg

    • Martha Humphrey ❤

      Micha, con emoción en mi pecho, sólo puedo decirte...¡Gracias por tu presencia!

      Buenas noches.

    • Omaris Redman

      Una total desnudez del alma, sin caretas, una vida difícil que te ha enseñado a superar las adversidades y seguir adelante con valentía...yo pudiera decir que me identifico con tu relato en algunas situaciones...saludos cordiales,

    • Martha Humphrey ❤

      Omaris Redman, gracias por tu amable comentario. Agradezco de todo corazón tu presencia en este lugar.

      Buenas noches.

    • Alberto Diago

      Se perciben nobleza y sinceridad en tus palabras!

      Un afectuoso saludo.

    • Antonio Jose Alcada

      Un poema libre y como el cristal. Escribir és eso. Hablar de nuestros sentimientos para el lector. Y en liberdad mejor. A mi me gustó mucho esa Tuia liberdad. Es igual en tantos ricones del mundo. Io como mayor camiño en zonas del mundo onde la mujer és como basura. Y la felicidad son los hijos y saber perdonar. Pêro no olvidar. Muchas felicidades y felicitaciones por personalidad, Y Escribir muy bien al revés de mi portiñol. Y no tengo verguenza por eso. Un gran saludo

    • Martha Humphrey ❤

      Antonio Jose, agradezco de todo corazón su comentario. Gacias por su lectura.

      Buenas tardes.

    • David Arthur

      Gracias a la poesía llego a conocerte Martha, una mujer con valentía y buenos sentimientos.

      Un avrazo a la distancia
      David

      • Martha Humphrey ❤

        David Arthur, mil gracias por tu lectura. Mi alma te lo agradece.

        Buenas tardes.



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.