Rutina

titánico.

 Rutina

Perros forajidos y rabiosos nos embisten y nos ladran sin parar, si incumplimos nos muerden los testículos y a ellas los senos, la sangre es el emblema,

carteles de bienvenida a cementerios gubernamentales y mensajes malditos de terror,

voces armoniosas y serenas con estiércol y venenos en la lengua,

cansancio al caminar, al hablar y al defecar, el estrés y la rutina,

la grandiosa medicina del idiota y del mediocre, es la púa que nos hace caminar,

Sin rutina no hay ganancia ni hay fortuna, no hay pobreza, ni miseria,

Nos desgasta y envejece, apuñala al pensamiento, nos enferma y nos consuela, nos abraza con sus garras y su mugre,

el calvario de los pobres, la fortuna de los ricos,

dependemos del sistema, la consigna es la rutina,

trabajar, cumplir horarios, no llegar tarde y ser o aparentar que somos buenos y cordiales, todos bello y putrefacto,

protocolos a medida, las sonrisas fabricadas, los aplausos estruendosos, son patrañas rutinarias,

la rutina nos da de comer, beber y nos acuchilla también, ¡es bondad con salvajismo!

pero es triste, inerte, sin gracia, gris, asfixiante y el gran refugio de los necios,

la hora y los deberes, las leyes de este mundo, el bien o el mal son solo polvo, solo importa la presencia y cumplir la gran consigna, lo demás será un suspiro en el desierto.

  Por: titánico

  Derechos de autor reservados

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