El grillo y la araña (cuento)

titánico.

Hubo un grillo el cual, no cantaba ni cantó, vivía en una choza abandonada en una gran colina, el grillo dormía de día y comía de noche, odiaba el sol y el calor y descansaba en su choza sin molestias ni apuros, y en su simple rutina, una mañana mientras dormía una araña intentó besarlo, pero el grillo despertó muy molesto y le dijo si tú has de picarme mientras duermo, yo he de cavar un hoyo muy profundo y ahí te enterraré, esta es mi casa y tú no eres bienvenida aquí, la araña muy risueña quiso disculparse, oh señor grillo yo no pensaba picarle, solo quería darle un beso mientras usted dormía, pues me parece muy atractivo , el grillo estaba confundido, pensaba en aquel beso y confió en aquella araña, conversaron muchos temas, entre risas y miradas y la araña fue aceptada por el grillo, y allí decidieron vivir juntos, en la choza abandonada, y se daban muchos besos. Un amor a plenitud, y gozaban de caricias y de mimos y de abrazos, y aquel grillo que nunca cantó   un cri cri, una noche después de estar con su amada araña, se asomó por la ventana, y mirando a la gran luna comenzó a cantar bellas melodías, uno y más  cri cri entonaba y sin parar y la araña disfrutaba de esos cantos tan hermosos que entonaba su amado, y aquella ventana sería el escenario de canciones y armonías, y la choza el aposento del amor descomunal, de pasiones infinitas y de orgasmos cotidianos, para el amor no hay barreas, cadenas, excusas ni razones, el amor surge cuando menos lo esperamos sin buscar, sin escoger, y aquel grillo fue feliz y la araña fue la reina de aquella cabaña y de esa gran colima, nada faltaba, nada sobraba, todo era de ambos, exacto, oportuno y hermoso. 


Por: titánico.

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