NOCTURNO XXIV

ceam

   Paseo al borde de la playa, 

bajo la resplandeciente claridad de las estrellas.

El mar se asemeja a una extensa lámina plateada, donde se mira la Luna llena, 

cual muchacha adolescente,  contemplando  su belleza.

   El cielo es diáfano con su esplendoroso manto de diamantes celestiales.

   Ya comienza el ritual, al que fuimos invitados,sobre esta blanda arena.

Desde el borde de la playa puedo escuchar

el croar de ranas y los staccatos de buho, también, los ostinatos siniestros del embrujado tambor,  que  oprime  mi  corazón con su lenguaje rítmico de madera y cueros tamboriles.

   El acento acelera el ritmo cardiaco

y de la noche surge el canto del chamán

con sus hechizos ancestrales 

y sus demonios  infernales.

El ritmo coacciona, intimida y descarga

demonios y fantasmas 

en esta profunda medianoche.

Desde el alma se revelan secretos que afloran con el trance...

Ahora los demonios se han convertido

en necios y dóciles esclavos.

El verso del chamán te lleva  al trance ,

como un sendero mágico que te conduce

a la patria de los dioses ancestrales...

   La playa está encendida y el cielo está encendido.

Una alfombra de estrellas cubre el espacio infinito.

¡Oh dulce medianoche. Tengo sed de ti y 

mis piernas están ebrias de baile!

Entro al círculo de la hoguera para llegar 

a las oscilaciones del alma.

Aquí abajo las refulgentes llamas de la hoguera

oscilan anaranjadas y amarillas

cual  lenguas de encantados y gigantescos camaleones.

¡Mi alma está ebria de canto y  danza nocturna;

 de ritmos frenéticos y ostinatos tamboriles!

Ellos me transportan lejos, 

al espacio-tiempo

de nuestros milenarios ancestros.

¡Ah, tengo sed de medianoche 

y de cultos sagrados que esclavizan los demonios!

Al canto del chamán, los incansables pies 

de una docena de jóvenes semidesnudos

retumban guturales y rítmicos

acompañando a la casi inconsciente muchacha,

que cansada de danzar

ha caído de rodillas al borde de la hoguera.

El ritual orgíastico la ha llenado de dicha y de una vívida felicidad.

Ahora ha venido hasta mí, y ya como una reina, o ya como una loca

me ha besado vehemente.

¡Oh dicha conmovedora y postrera alegría!

¡Oh pecado venial de la profunda medianoche!

¡Oh dicha sin fin de nuestro más grande amor!

 

 

 

 

  • Autor: ceam (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de octubre de 2022 a las 00:49
  • Comentario del autor sobre el poema: Pasajes que se dan en todo amor que crece y evoluciona.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 24
  • Usuario favorito de este poema: alicia perez hernandez.
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Comentarios2

  • alicia perez hernandez

    Una constelaciĆ³n de estrellas a tus bellos versos

  • ceam

    Muchas gracias, Alicia!
    Un abrazo cariƱoso.



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