MI PRIMER AMOR UNIVERSITARIO

EL QUETZAL EN VUELO



Fuiste la parte más hermosa de mi juventud, mi primer amor universitario, éramos soñadores de lo absoluto, marchas, gritos y plantones y después a beber cerveza, fumar y hacer vibrar las guitarras. Devorábamos poesía de Neruda, Benedetti, de Ernesto cardenal y todos queríamos ser como Víctor Jara. Vivíamos en una burbuja y protestábamos hasta porque amanecía nublado. Revolucionarios de café, - nos decía el viejo Pablo-, nosotros nos asumíamos como poetas y cantores.

Siempre que te veía venir, hacia algo para que notaras mi presencia y siempre me ignorabas, fueron muchos días de hacerme el aparecido y Tú me desaparecías, tomábamos juntos el metro y algunas veces en la cafetería, me hacia el disimulado, para que no supieras que seguía tu olor por toda la facultad, hacia coincidir mis pasos en la marcha con los tuyos, pero eso no era suficiente. Casi terminaba por creerle a mis amigos y hacerle caso de mi fracaso y dejar de pretender alcanzar el sol.

Recuerdo aquel día que s e abrieron los cielos para brindarme ese gran regalo. No llego tu amigo Néstor y necesitabas quien te acompañara en tu canto, Práxedis me señalo a mí y Tu, como si nunca me hubieras visto tocar me preguntaste si tocaba guitarra y yo presumidamente te respondí…soy el mejor... ¿y tocas canciones de violeta? y yo riendo, conteste…hasta las que no ha compuesto. Dijiste algo, que parecía un mal presagio. Ni aquí es bueno empezar con el pie izquierdo-pensé-

Quien sabe cuánto tiempo cantamos. Tu cantaste las primeras tres canciones y de ahí estábamos a una y una, Terminamos en la bohemia de Práxedis, creo que fue un fin de semana. El más corto de mi vida. Tres días que se fueron como si fueran minutos y los años que me entregaste fueron aún más cortos. Nuestra estancia en la universidad fue más corta que un suspiro y te fuiste a tu patria. Duramos casi medio día abrazados, sin pronunciar palabras, después lloramos otro tanto.

Cuando triunfo la democracia en tu país, me sonaba conocido el nombre de Bachelet, la amiga de tu hermana, que estudiaba medicina y busque tu rostro entre la multitud que festejaba su triunfo. No sabía a quién buscaba, no pude imaginarte, como eras, como estabas, Habían pasado muchos años. Pero sabía que seguramente estarías ahí y también recordabas mis canciones y todo lo vivido en nuestro primer amor universitario, esa etapa inolvidable.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.